El 26 de julio del 2017 Johana Ramallo, una joven platense de 23 años, no volvió a su casa. Desde aquel momento Marta, su madre, la busca de manera incansable y denuncia que Johana no se fue por su propia voluntad sino que es víctima de una red de trata. Hoy a las 16 hs convocan a una movilización desde 1 y 63 (último lugar donde se vio a Johana) hasta la Gobernación para reclamar su inmediata aparición con vida.

La lentitud y falta de accionar por parte de la justicia para llevar adelante la investigación evidenció la liviandad con la que se abordan los casos de desaparición de mujeres jóvenes y pobres, por eso tanto Marta como las organizaciones de mujeres que la acompañan denuncian la responsabilidad y complicidad del Estado y la justicia con las redes de trata.

Ante la denuncia de la desaparición, la Fiscal Betina Lacki Titular de la Unidad Funcional de Instrucciones N° 2, caratuló la causa como “averiguación de paradero” es decir como quien busca a una persona que se fue por sus propios medios. Mucho tuvo que luchar Marta para que la denuncia fuera tomada en serio y se cambiara la caratula a “desaparición forzada de persona”.

Para ese momento se había perdido tiempo muy valioso, ya que es sabido que en estos casos los primeros días de búsqueda son claves y por eso la justicia debe moverse con agilidad y eficacia, cuestión que no sucedió. Hoy en día la causa se encuentra en manos de Ernesto Kreplak del Juzgado Federal N° 1, pero a pesar de los diversos datos no se han observado avances, mientras que tampoco se dio lugar a los pedidos de la querella para incluir a organizaciones independientes del Estado que podrían aportar herramientas para la investigación.

Por otro lado la indiferencia por parte del Estado es desoladora. Marta ha pedido en reiteradas oportunidades ser atendida por la Gobernadora María Eugenia Vidal, pero la mandataria ha hecho oídos sordos al reclamo de una ciudad entera y de una madre luchadora que busca a su hija desesperadamente.

La lucha por la aparición de Johana lleva un año en las calles y ha tenido mucha repercusión en la sociedad platense. Desde los espacios políticos y de mujeres que acompañan el caso denuncian que cuando se trata de mujeres pobres tanto el Poder Judicial, como el poder político, policial y mediático develan todo su componente machista y patriarcal, estigmatizando y responsabilizando a las víctimas por la violencia que se ejerce contra ellas, y que el  ocultamiento y la inacción frente a este tipo de casos garantizan la posibilidad de que las redes de trata sigan existiendo y operando sobre los sectores más vulnerables de la sociedad.