En los últimos meses venimos asistiendo al intento de reformas que el macrismo quiere imponer para la Educación de Adultos en la Provincia de Buenos Aires. Reformas que van de la mano de una política general de recortes, despidos y destrucción de lo público. En materia educativa, esta implementación deja al descubierto un plan de vaciamiento del área, cuya expresión se manifiesta en el cierre de cursos en la educación de jóvenes y adultos y Centro de Formación Profesional (CFP), la quita de subsidios a los Centros de Educación Complementaria (CEC), la negativa al pleno reconocimiento de los Bachilleratos Populares
que ya están en funcionamiento en la provincia de Buenos Aires, así como también en la propuesta de eliminación de los Bachilleratos de Adultos para su reconversión en
Bachilleratos Juveniles, lo que supone una suba en las edades de inscripción que no dan cuenta de la composición ni de la heterogeneidad del sujeto que habita estas experiencias.
En la Ciudad de Buenos Aires el escenario no es diferente. Al ya anunciado cierre del Plan FinEs que deja a estudiantes sin el derecho de finalizar sus estudios, el intento de cerrar los
29 institutos de Formación Docente en pos de la apertura de la llamada Unicaba, a las amenazas de cerrar bachilleratos populares ya reconocidos y la negativa a pagar salarios y
a reconocer a otros bachilleratos que están funcionando desde varios años, se suma ahora la quita de la validez nacional a todas las ofertas educativas contempladas en la Dirección de Adultos y Adolescentes.
A su vez, el Hacemos Futuro, programa de Desarrollo Social, se presenta como un agravante de la situación. La obligatoriedad de la terminalidad educativa, que fuerza a miles de personas a escolarizarse para poder continuar siendo beneficiarias de los programas sociales, tiene como contracara el cierre de escuelas, modalidades, comisiones. No existe ningún interés pedagógico ni de garantía de derechos en el programa Hacemos Futuro: se
trata, una vez más, de ajuste en el gasto social del gobierno, y, a la vez, del intento de desarticular experiencias cooperativas y productivas que tienen décadas de desarrollo en los territorios en el marco del ex Programa Argentina Trabaja y nuestras organizaciones.
Los Bachilleratos Populares enmarcados en la Coordinadora de Bachilleratos Populares que llevamos más de 10 años construyendo escuelas públicas y populares, somos más de
50 escuelas en las que día a día concurren más de 3500 estudiantes y las llevamos adelante 600 trabajadorxs de la educación. Hoy, luego de casi 2 años y medio de mesas de
trabajo, de diferentes instancias de diálogo con la Dirección de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, no tenemos una
respuesta política a nuestras demandas concretas, lo cual pone en peligro el derecho a educarse de cientos de jóvenes y adultos.
Esta gestión que se enmarca en el discurso de la necesidad de una reforma, deja traslucir el fantasma de la precarización, tanto en el plano salarial como en el educativo. Con propuestas que dicen ser flexibles y esconden su carácter “homogeneizador” (mediante la cuatrimestralización en las materias y centralizadas bajo la órbita CENS), se apunta a negar y vaciar la heterogeneidad de ofertas que históricamente han caracterizado a las propuestas
para jóvenes y adultos de nuestro país. También, con la exclusión de poder inscribir a menores de 18 años están poniendo en jaque el derecho a educarse de aquellos y aquellas jóvenes que están atravesados por diferentes problemáticas (judicializados, maternidad,
paternidad, entre otras) y encuentran en nuestros Bachilleratos una escuela para terminar
su escolaridad.
Estas reformas también demuestran su carácter antidemocrático en el completo desinterés
en abrir espacios de participación para la comunidad educativa, los sindicatos y las organizaciones sociales. En su lugar, se apela a la desinformación y a la confusión como
estrategia para desmovilizar y silenciar a la comunidad educativa afectada.
Por último, no queremos dejar de repudiar los dichos de María Eugenia Vidal, Gobernadora de La Provincia de Buenos Aires sobre las Universidades Públicas en la Provincia. Estas
expresiones dejan una vez más expuesto el sentido de lo público en la Gestión de Cambiemos, que lejos de pensar el acceso de los sectores populares a la educación busca
limitarlo, relegando la educación al ámbito privado y a quien pueda pagarlo.

Como Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha decimos:
No a la reforma educativa para el área de Adultos que demuestra una vez más que la educación es una variable de ajuste. Repudiamos enérgicamente las reformas neoliberales
en Educación que siempre van en detrimento de los sectores populares más vulnerables, y que amparadas en una lógica empresarial de costo-beneficio conciben a la Educación de
Adultos como pérdida.
● Exigimos el inmediato otorgamiento de la Ley de validez nacional que permita a lxs estudiantes de la educación de adultos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires acceder al
título oficial
● No al cierre de los BAO y BAOT de la Provincia de Buenos Aires
● Llamamos a las conducciones de los sindicatos de la Ciudad y de la Provincia de Buenos
Aires a tomar en sus manos la problemática que está atravesando el sector.
● Convocamos a toda la comunidad educativa a hacerse eco de esta problemática que
pone en jaque la educación de los jóvenes y adultos.
● Reconocimiento de todos los bachilleratos populares existentes
● Reconocimiento salarial de todxs sus trabajadorxs
● Por una educación pública popular.
Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha
CBPL