sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº2270
Frente de Organizaciones en Lucha » Regionales » 9 ene 2023

Lucha contra el racismo

Día de la mujer migrante: “Lo que le pasó a Marcelina no lo tenemos que olvidar y debemos seguir luchando por nuestros derechos”

En el día de la mujer migrante el FOL realizará un cartelazo en las asambleas de regional CABA para rememorar el crimen racista de Marcelina Meneses y concientizar para que no pase nunca más, y a la vez acercar información para pedir ayuda ya que muchas migrantes sufren la violencia y la discriminación de manera cotidiana por parte de la sociedad en general, pero también por parte de las instituciones del Estado y del propio gobierno.


El caso del asesinato de Marcelina Meneses y su bebé se ha vuelto un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres migrantes y contra el racismo, por eso la comisión Migrante que cuenta con 51 compañerxs de la regional CABA organiza actividades. Este martes 10 de enero, realizarán un cartelazo en las asambleas y postas para concientizar sobre el racismo y otras formas de violencia imbricadas con la patriarcal y económica. Además participarán de la convocatoria realizada por la hermana de Marcelina donde confluyen distintas organizaciones.

En el año 2001, Marcelina, de 30 años de origen boliviano, viajaba con su hijo Joshua, de 10 meses, en el tren Roca. Había subido al vagón con varias bolsas y el niño en su espalda. Cuando se acercó a la puerta para bajar, rozó a otro pasajero que comenzó a insultarla diciéndole “¡boliviana de mierda! ¡No ves por donde caminas!” y varios pasajeros se sumaron a las agresiones, hasta que uno la empujó del tren causándo la muerte a ella y su hijo. La empresa de trenes intentó encubrir el hecho y sobornar a Julio Giménez, el único testigo que se animó a declarar para que se sepa la verdad.   

 

“Lo que le pasó a Marcelina no lo tenemos que olvidar y debemos  seguir luchando por nuestros derechos que la misma constitución lo reconoce“, dice Hermelinda Ayala, una de las compañeras que a sus 60 años integra el Polo Gastronómico Sabor Latino, cooperativa del FOL donde trabajan más de diez compañeras migrantes. 

 

“Yo soy del barrio Oculta Antigua y estoy en este hermoso país desde hace 15 años. Me vine junto a mi familia, y en ese tiempo era más latente la discriminación, se escuchaban insultos como: -boliviana de m.., andate a tu país, bolita - y cosas así” recuerda. Y si bien ella observa un avance, señala que “ya por el hecho de ser mujer migrante y pobre, aún pasamos muchos riesgos de ser maltratadas en los hospitales, en Anses, etc”. 

 

Según datos sistematizados por el Inadi, la población extranjera a nivel nacional está constituida por 1.805.957 personas de las cuales 974.261 son mujeres, mientras que 831.696 son varones, por lo que hay una mayor representación femenina en la población de trabajadores migrantes. En cuanto a la brecha salarial esta repercute en las trabajadoras migrantes: con un salario bruto promedio equivalente a $26.001 en 2018, ganan un 12% menos que los migrantes varones ($29.626) y un 14% menos que las trabajadoras no migrantes ($30.332).

Damary es una compañera de 21 años que hace tres años integra la Comisión Migrante del FOL CABA. “Lxs migrantes vienen de sus países no por gusto; a nadie le gusta abandonar la tierra en la que nació dejando familia,amigos y toda su vida atrás. Vienen a Argentina buscando tener una vida mejor” explica. Ella es de Trinidad, ciudad boliviana del departamento de Beni.    

 

En su regional armaron un dispositivo de clasificación de situaciones de las mujeres migrantes según la información que manejan sobre los derechos que las amparan, como la salud, trabajo, educación, entre otros ámbitos. Allí el color verde indica que tienen gran conocimiento, naranja cuando viven en situaciones de violencia y no tienen la suficiente información, rojo cuando viven privadxs de la libertad, son analfabetxs. “Pues el día a día que vemos nosotras como Comisión Migrantes con nuestras postas territoriales es que la mayoría de las personas de los barrios populares está en nivel naranja”.


En ese sentido, explica que en los barrios existen centros de costuras clandestinos que en su mayoría usan a mujeres migrantes como mano de obra barata porque fueron traídas de su país con engaños de una vida mejor. Al mismo tiempo que sufren la explotación también reciben malos tratos en los centros de migraciones, en los centros de salud y en el acceso a otros servicios públicos.

Multiplica los malos tratos por 100 cuando se trata de una mujer migrante de pollera o con rasgos de pueblos indígenas" dice Damary y expone: 'A nuestras postas se acercan mayormente mujeres de Paraguay, Bolivia y Perú, países en donde aún reina el patriarcado en un nivel superior. A esto sumale ser migrantes en otro país donde llegas a barrios precarios, donde no tienen acceso a sus derechos ni a la documentación”.

Frente a esto el trabajo de la Comisión Migrante en las asambleas del FOL es brindar herramientas. “Nuestras compañeras no se quedan calladas gracias al trabajo que hacemos día a día en las comisiones” dice Damary y agrega: “Tratamos de investigar el entorno para saber dónde más nos necesitan y ayudar en esos sectores”.

 

En las postas cuentan con asesoría legal a través de compañerxs del Bloque de Trabajadores Migrantes (BTM), acompañamiento a los centros de migraciones para realizar documentación y a los centros de acceso a la justicia cuando no se sienten seguros de ir a denunciar un acto de discriminación que sufrieron. Además trabajan en conjunto con las comisiones de género, salud y vivienda en casos que se necesite ayuda psicológica, que la persona tenga alguna discapacidad para hacer algún trámite migratorio, o casos complejos donde las personas atraviesan un desalojo o han sido engañadas y puestas a trabajar en centros clandestinos.

Damary cuenta que antes militaba en otras organizaciones pero en el FOL la cautivó el trabajo de la Comisión Migrante y la incentivó a construir una vida mejor con aquellas personas que tuvieron que abandonar su tierra. “Encontré este sector que se preocupa por los migrantes, que busca la manera de llevar información a los sectores más vulnerables, a migrantes que  recién llegan a un país sin conocer sus derechos y para mí es un orgullo estar ahí para brindarles esa información algo que no había cuando mí familia y yo llegamos a Argentina”.

De esta manera, la construcción popular feminista antirracista y anticapitalista trasciende fronteras, visibiliza las distintas formas de opresión y pelea por la construcción de una vida digna.  

 

 

 

 

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