El sábado 24 de septiembre fue día caluroso para la ocasión y especial para el FOL en Olavarría. Desde hace un año que la organización tiene presencia en la ciudad del cemento, pero la construcción política viene de tiempos anteriores.

El viejo galpón que alquilaron, que anteriormente fue una curtiembre, es amplio y es donde están proyectando que funcionen las unidades productivas.

Hubo estands que mostraron los trabajos de carpintería y huerta que realizan las cuadrillas de socioambiental “Barrios Verdes” y “De buena madera”.

Cerca de las 15, ante la presencia de compañeres de distintas asambleas y del activismo político, llegó la hora de la presentación de “El pecho en la ruta”.

A principios de 2001 empiezan a existir en los barrios comisiones de cultura y de arte, “el movimiento piquetero empieza a complejizarse, no solo pelea por trabajo y alimento, sino que desarrolla nuevas experiencias y perspectivas”, expreso Salas.

“Son años muy ricos porque se dan inicio las primeras asambleas de mujeres y muralismo que surgen antes y después de la Masacre del Puente Pueyrredón”, dijo el autor de los dos tomos de los orígenes y desarrollo de las organizaciones piqueteras.

Para él, a partir de esos años se dan los procesos de habitar los barrios y las organizaciones desde otros lugares.

“En la actualidad se vuelve a decir que el problema somos las organizaciones, lo dicen los mismos que cambian de discurso desde los años 80 hasta ahora, y somos nosotros los que estamos siempre a la defensiva intentando contar lo que somos”, dijo el periodista.

Para el necochense, radicado en La Plata, se tiene que dar que, “de una vez por todas no seamos nosotros los que tengamos que dar explicaciones y sean ellos (refiriéndose al poder político y empresarial); y seamos nosotres quienes podamos decidir los destinos de nuestras propias vidas”.

Para el militante las organizaciones sociales son un reaseguro de las luchas que se vienen, pero siempre en conjunto con organizaciones políticas, sindicales y estudiantiles.

En la jornada también hubo actividades artísticas y culturales como el circo “Mejunje”, juegos para niñeces, futbol tenis y cantina.

Es una gran apuesta la del FOL alquilar ese predio en el barrio Matadero camino a Sierra Chica. Es que la organización con fuerza militante viene creciendo en los barrios populares de la ciudad.

Aportando a la construcción de poder popular, a la lucha y a la organización en el centro de la provincia de Buenos Aires.