El último fin de semana de las vacaciones de invierno los talleres para niñeces y guarderías de la regional Varela - Quilmes, realizaron una salida recreativa a Tecnópolis para aprender y divertirse colectivamente.

El espacio de talleres actualmente se encuentra conformado por 30 talleristas y 170 niñeces, jóvenes y adolescentes de toda la regional que desarrollan espacios de recreación, comunidad, aprendizaje y creación con herramientas que van desde el juego hasta la comunicación, creación de huertas y circo.

En este viaje, participó la guardería del espacio "El Escaramujo'' de Florencio Varela en conjunto con los talleres Recreación y Folclore. Desde Quilmes se integraron los talleres del centro cultural Sudaka, con la niñez de sus talleres: Juegoteca, Apoyo escolar, Circo. Por parte de Bernal, se sumó el espacio de apoyo escolar. En total, viajaron alrededor de 40 niñeces acompañades de 17 talleristas y tutores.

El viaje fue preparado en conjunto, y Tecnopolis fue elegido como destino teniendo en cuenta varias cuestiones, en especial la necesidad de que sea un lugar inclusivo, popular, que tenga propuestas de actualidad y que pueda abarcar los diferentes gustos de los talleres que participaban. A su vez, también pensaron en que sea un espacio que ofrezca la posibilidad de disfrutar del aire libre y lugares cerrados en caso de que les toque clima desfavorable. Decidieron que aunque Tecnopolis sea lejano y a veces a las familias numerosas les cuesta llegar por traslado o por dinero, pueda alcanzarse mediante el esfuerzo colectivo de los talleres.

Por esto, Lucía, tallerista del espacio de folklore, nos cuenta: "Elegimos Tecnópolis porque es un gran parque que si bien queda lejos tiene muchas cosas muy accesibles, que tienen muchísimas muestras gratuitas, populares e inclusivas diversas interactivas para niñeces donde elles son protagonistas de todas las cosas que quieren hacer y propone jugar, divertirse, charlar y genera diferentes propuestas de encuentro para niñes, para adultes y para jóvenes".

Con mucho esfuerzo y organización, las compañeras de los distintos talleres llevaron este proyecto a cabo: se repartieron el cronograma y planificación del viaje con los talleristas,mientras que las guarderías y les compañeres de merendero y la olla popular prepararon el almuerzo para 70 personas.

Las diversas actividades que realizaron fueron elegidas según las necesidades de los talleres. Se dividieron grupos de 10 niñeces o menos con adultos responsables para recorrer. Algunos tuvieron la experiencia de subirse a un avión, otres entraron a una muestra sobre insectos, y entre todes recorrieron la exposición de los dinosaurios para conocer la fisonomía, alimentación, qué lugares del mundo habitaban, entre otros datos científicos. Algunes vieron el show de Zamba y Nina que varía y pasea por la diversidad de la música. También recorrieron la muestra sobre el mar y el océano que mostraba cómo conforman un refugio de la Antártida. Para finalizar, aprovecharon el día soelado y  recorrieron el parque en el que pudieron jugar, compartir, charlar y descansar.

Como recuerdo del paseo, les talleristas entregaron a las niñeces una pulsera que decía infancias libres. “Un lema que nosotros nos pusimos como idea principal para hacer esta salida para que puedan jugar y divertirse e intercambiar ideas, charlar con libertad, para que así ellos sean los principales actores de estas salidas recreativas, culturales y educativas”, comenta Lucía. 

También agrega que “lo esencial en los talleres del paseo y el aprendizaje del lema infancias libres, es que elles se sientan libres en un ambiente que no sea el del centro cultural, o el espacio que siempre habita; sino que puedan recorrer otros lugares donde interactúen con otros niñes y adultes, que puedan conocer cosas nuevas, vivir otro tipo de experiencias. Que aprendan a relacionarse entre ellos y construir una amistad fuera del espacio de aprendizaje o de la guardería, siendo respetuosos, responsables y aprendan de lo importante de compartir y de trabajo en equipo”.

Para cerrar, la tallerista del espacio de folklore, agrega: “Me gustaría sumar que en estas experiencias más multitudinarias, de asistir todes juntes, en los momentos de intercambio que genera relaciones entre diferentes talleres del FOL, es el resultado final de la constancia en cada espacio, centro cultural, de la unión, del compañerismo, del trabajo cultural y educativo. Ahí se ve todo el laburo que venimos haciendo hace años con les niñes, con les hijes de les compas y les niñes de los barrios”.