El 1° de agosto de 2017 Santiago Maldonado se encontraba apoyando una manifestación en la Ruta 40 de la comunidad mapuche en el Pu Lof en Resistencia de Cushamen, situado en la provincia de Chubut, en reclamo por sus tierras ancestrales ocupadas por empresarios como Luciano Benetton y Joe Ted Lewis. Esa protesta fue bestialmente reprimida por efectivos de la Gendarmería Nacional bajo órdenes de Patricia Bullrich.

El desalojo de les manifestantes en la ruta da comienzo una cacería hacia ellos. Santiago desaparece y no se supo nada más de él hasta el 17 de octubre de ese año, momento en que su cuerpo fue encontrado en el río Chubut, lugar que había sido rastrillado al menos tres veces.

Hoy, al cumplirse cinco años de la desaparición del joven artesano, su familia junto a organizaciones convoca a una actividad en Plaza de Mayo para denunciar la impunidad y por Justicia, luego de que “durante estos  años el poder estatal-judicial garantizó la impunidad a los responsables de la desaparición y muerte de Santiago”, afirman desde redes sociales.  

El Fiscal Federal subrogante de Esquel, Federico Baquioni, le pidió al juez de la causa en un dictamen emitido por su fiscalía el 3 de mayo de este año la incorporación de la declaración de una testigo de identidad protegida.

La testigo es miembro de Gendarmería y al momento del hecho trabajaba en el consultorio del Escuadrón 36 de Esquel y tomó conocimiento de la situación a través de gendarmes que participaron de la represión del 1 de agosto. Tal como revelan familiares del joven en un comunicado:

“El día 2 de agosto de 2017 asistieron a su consultorio Dávila Felipe y Jorge Espejo comentando que había un detenido, se referían a él como el 'hippie', lo habían detenido en la zona del campo de Benetton. Ellos manifestaron que en ese lugar había una unidad, una seccional de Gendarmería. Lo que referenciaban era que habían detenido una persona y la habían llevado ahí porque había mucho alboroto, situaciones de violencia.

... le contó que en núcleo se sabía quién le había quitado la vida a Santiago Maldonado, que Ahumadita se había mandado la cagada del siglo. Al parecer 'chuqui' (apodo con el que identificaba a Juan Pablo Escola) había dado la orden, y Ahumadita la había ejecutado. (…) Marcelo González también decía que había un puesto de Gendarmería Nacional en la estancia Benetton y que a Santiago Maldonado lo tenían ahí”.

La testigo especificó que “Magali Bustos tenía su marido que también era gendarme y trabajaba en Comunicaciones, cabo primero Bruno Cárcamo. Ella le comentó que él le había dicho que, en el momento en que estaba de guardia, había recibido un radio encriptado que decía qué hacer con el cuerpo...”.

El testimonio de la testigo de Gendarmería devela una trama de ocultamiento e impunidad dentro de la fuerza, bajo las órdenes vertidas por el Ministerio de Seguridad de Pablo Noceti y Patricia Bullrich, que desencadenaron la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.

Esta tarde se escuchará la voz crítica contra el Poder Judicial que ha tenido en los jueces Guido Otranto y Gustavo Lleral las caras visibles del no esclarecimiento del caso y que llevaron a que la causa esté paralizada y no avance en la Corte Suprema.

La convocatoria que comenzará con bandas en Plaza de Mayo, continuará con las palabras de Sergio Maldonado, hermano del joven artesano. También se prevén actividades en El Bolsón, Esquel y la ciudad de Salta.