Este 28 junio se realizará en La Plata la Marcha de la Rabia, que lleva como principales consignas la lucha contra los trans-trevesticidios, el rechazo al traslado de la zona roja al Bosque y por la aparición con vida de Tehuel de La Torre. La convocatoria es a partir de las 16 hs en Plaza La Moma (calle 1 y 66) y en su recorrido pasará por la Gobernación, el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad y culminará en el Municipio.

La marcha se organiza en el marco del día Internacional del Orgullo LGBTTIQ+, que recuerda las revueltas producidas en Estados Unidos hace 53 años. En aquella oportunidad la comunidad disidente se levantó contra el hostigamiento por parte de la policía que constantemente realizaba razias en el bar Stonewall Inn. Los enfrentamientos duraron varios días y alcanzaron una gran visibilidad, por lo cual se los conmemora y reivindica hasta la actualidad como un día de lucha contra el odio y la discriminación.

En Argentina la comunidad LGBTTIQ+ tiene su propia historia de organización y particularmente en La Plata hace 14 años que se realizan actividades para esta fecha. Este año el reconocido “Arde Closet” se transformó en la Marcha de la Rabia para hacer hincapié en las problemáticas que están sufriendo las personas trans y travestis.

La Plata es el distrito con el registro más alto de trans-travesticidios en el país, a lo cual se suma que a fines del año pasado el intendente Julio Garro aprobó un código de “convivencia” que lejos de contribuir a habitar el espacio en mejores condiciones, crea una ciudad sumamente restrictiva, represiva y para pocxs. La normativa persigue puntualmente a quienes trabajan en la vía pública, y en ese sentido las trabajadoras sexuales son una de las principales poblaciones afectadas.

En los últimos meses el municipio ha iniciado un proyecto para trasladar al Bosque la zona roja que hoy se ubica en las inmediaciones de calle 1 hasta 66. Las organizaciones que agrupan a personas trans y travestis denuncian que esta propuesta no contempla el grado de exposición a sufrir ataques y violencia por parte de clientes y de la policía en un lugar mucho más desolado, oscuro y apartado como es el Bosque.

A su vez, plantean que este es un intento por invisibilizarlas con el objetivo de barrerlas de la zona urbana para poder revalorizar el lugar y priorizar los intereses inmobiliarios. En ese sentido, dieron vía libre a un grupo de vecinxs que se organizaron para amedrentar y violentar de forma permanente y con total impunidad a las travestis de la zona.

Venganza Afectiva, organización que surgió al calor de las redes solidarias que se tejieron para sobrellevar la pandemia del Coronavirus, remarca que no alcanza sólo con la Ley de Cupo Laboral Trans-Travesti para generar alternativas reales para la comunidad. Esta normativa, que es una reivindicación histórica se aplica de forma muy parcial y si bien significa un avance se necesitan políticas integrales para poder abordar otras problemáticas como lo son la exclusión y la violencia que plantea el sistema educativo, el de salud, los ámbitos de trabajo en general y también la familia. Tal es la precariedad a la que se ven sometidas las personas trans y travestis que su expectativa de vida es de entre 35 y 37 años. Por eso, la responsabilidad de revertir esta realidad tiene que estar en manos del Estado.