Desde el Frente de Organizaciones en Lucha queremos repudiar el accionar represivo y discriminatorio de la policía de Lanús contra dos compañeros varones trans de nuestra organización. Hacemos responsables al intendente Néstor Grindetti y al ministro de seguridad Sergio Berni por lo sucedido. ¡Las identidades trans existimos y resistimos!

El martes pasado, nuestros compañeros se dirigían a su trabajo cuando la policía los interceptó para pedirles su DNI sin ningún motivo. Cuando los jóvenes se negaron comenzó la persecución y el hostigamiento. Finalmente terminaron arrestándolos de manera muy violenta, los golpearon y los mantuvieron detenidos durante 5 hs.

Este tipo de prácticas no son casos aislados, sino que la discriminación y represión contra quienes se rompen la norma heterosexual y binaria es una constante por parte de la policía, pero también por parte de otras instituciones y de la sociedad en su conjunto.

Son frecuentes las detenciones a personas trans y travestis por su forma de vestir, por portación de rostro, por el mero hecho de habitar y circular el espacio público. Son también habituales otro tipo de violencias, como el pago de coimas a las travestis que trabajan en la vía pública, la desaparición forzosa y la nula búsqueda por parte del Estado como en el caso de Tehuel de La Torre, o el armado de causas por defenderse como Higui o por el simple hecho de besarse en la calle como Mariana Gómez.

La lucha de tantxs compañerxs por la Ley de Identidad de Género, la Ley de Educación Sexual Integral, la Ley de Cupo Laboral Trans-Travesti, la Ley Contra las Violencias Hacia las Mujeres y la Ley Micaela, quedan en letra muerta si no se toman medidas reales contra estos avasallamientos. A su vez, el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad demuestra una vez más ser un ministerio de cartón, que no toma cartas en el asunto y que no tiene ninguna política de acompañamiento para la comunidad trans-travesti.

La violencia contra identidades sexuales disidentes es estructural y por eso exigimos que se implementen políticas públicas reales, efectivas, sistemáticas y con un presupuesto acorde para poder empezar a combatir el transodio. A su vez también es urgente políticas públicas afirmativas que acompañen sus trayectorias de vida y que respondan a las problemáticas específicas que lxs afectan.

Porque no queremos volver al calabozo ni al closet nunca más y porque el espacio público también es nuestro, nos seguimos organizando, defendiéndonos colectivamente, visibilizando y denunciando estas violencias.

¡No es un policía, es toda la institución! ¡Basta de criminalizar y perseguir a las personas trans, travestis, no binarias, bisexuales, lesbianas y maricas!