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Frente de Organizaciones en Lucha » Opinión » 17 mar 2022

El aumento del salario mínimo 2022 en perspectiva ¿Qué pasó en 2021 y 2020?

El Gobierno firmó con las Cámaras empresarias y las centrales sindicales un aumento de miseria en el Salario Mínimo Vital y Móvil. Sin ningún cálculo concreto que lo valide, mantienen la línea de base salarial en niveles de miseria. ¿Qué canasta básica están considerando? ¿Qué valores de alimentos compran para que este sea un salario “vital”? ¿Con quién han discutido esos dirigentes de las centrales sindicales la aprobación de estos aumentos?


Por:
Demián García Orfanó

El Salario Mínimo Vital y Móvil es una referencia para el conjunto de la economía, más allá de que sean relativamente les trabajadores formales cuyos salarios son afectados. Pero incide sobre el millón de planes Potenciar Trabajo y otros que se actualizan con esa misma base.

El aumento de 45% se divide en cuotas. Del actual valor de $33.000, pasará en abril a $38.940 (sube un 18%), en junio a $42.240 (un 10% más), en agosto a $45.540 (otro 10% adicional) y finalmente llega $47.850 en diciembre (7%). Esta distribución en cuotas implica que no va a sentirse en ningún momento una mejora fuerte en los salarios sino que habrá una competencia mes a mes entre los ingresos populares y la inflación.
La señal que se da es la consolidación de los salarios en niveles miserables, como las paritarias ya firmadas en algunos sectores. Los salarios e ingresos populares de miseria son parte del acuerdo con el FMI. Por un lado, aumentos salariales mayores implican mayor consumo, que haya más importaciones y que no se cumplan las metas de acumulación de reservas que fijó el FMI. Por otro lado, la política de devaluaciones permanentes y graduales del acuerdo con el FMI va a sostener una alta inflación, donde lo único que parece que va a tender a frenar los precios son los salarios. Esto es así porque ya quedan establecidos los aumentos por debajo de la inflación y cuando se rediscutan las cláusulas de revisión, (si llegan a haber) nuevos aumentos llegarán tarde, corriendo por detrás de los aumentos de precios.

¿Qué pasó en los últimos años?
Desde 2018 todos los salarios de todos los sectores cayeron fuerte producto de las paritarias a la baja luego de cada devaluación. Esa fuerte pérdida nunca se recompuso, y el cambio de gobierno no colaboró en mejorar la situación salarial.
El aumento en 2020 fue del 28% (cuotas hasta marzo de 2021), y en 2021 de 52,7% (cuotas hasta febrero de 2022).
Punta a punta (diciembre contra diciembre del año anterior):
2020 -> 22% (IPC 36.1%) Implica una pérdida de 10% en un solo año.
2021 -> 55.43% (IPC 50.1%) Se recuperó 3% año/año.
2022 -> 49.53% Según la inflación del año veremos cuál va a ser el resultado.
Podemos hacer otro cálculo tomando en cuenta la variación de la masa salarial del año. No es lo mismo recibir un aumento en abril que recibirlo en diciembre, y de esta manera podemos considerar mejor el efecto de las cuotas.
2020 -> 27.1% (IPC promedio año 42%) Una pérdida de 9.8%.
2021 -> 51.55% (IPC promedio año 48%) Recuperación de apenas 1.2% en este año.
2022 -> 54.28% (IPC promedio año...?%) Dependerá de la inflación el resultado final del año.
La caída en 2020 fue tan grande (con ambas formas de medirlo) que a pesar de que haya habido alguna mínima recuperación en 2021, todavía no se recupera el nivel bajísimo de cuando se fue Macri en 2019 en medio de una oleada de devaluaciones y saltos inflacionarios.

El gráfico está armado con una inflación 2022 pareja a lo largo del año para llegar al 48% que el gobierno incluyó en el acuerdo con el FMI, o sea 3,13% mensual. Es una estimación conservadora.
Y si es más que 48%?
->4% mensual llevaría la inflación a 61% en diciembre de 2022. Parece bastante posible entre el aumento de materias primas y las devaluaciones graduales que incluye el acuerdo con el FMI.

->Podemos ver la diferencia usando las estimaciones de las consultoras que releva el BCRA, 55%.

Es visible que un aumento de la inflación convertiría la estabilización del bajo nivel actual en una caída.


Las palabras que se lleva el viento por un lado, la dignidad piquetera por otro


A 16 días de la apertura de sesiones del Congreso, no queda nada de las palabras de Alberto Fernández: "estamos transitando un nuevo camino, una nueva etapa también signada por la recuperación del salario real".
Es lamentable el papel de las centrales sindicales avalando (con firma y/o desmovilización) esta nueva concesión al empresariado, y a los planes del FMI. Solo la CTA A mostró alguna discrepancia al apenas “abstenerse” de la votación, aunque sin movilización callejera que pueda respaldar algún planteo crítico.
Desde las organizaciones territoriales pusimos dignidad al día, movilizando masivamente tras un acampe en Desarrollo Social y en Min. Trabajo, con una movilización de decenas de miles de personas y el apoyo de sectores sindicales combativos, que fue ampliamente invisibilizada por los grandes medios.

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