¡8M Paro Internacional de mujeres, lesbianas, trans, travestis, no binaries!

 Este año se realizará la sexta convocatoria al Paro Internacional de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y personas no binarias. El contexto de profundización de la crisis tras dos años de pandemia, sumado al inminente acuerdo con el FMI torna necesario para los feminismos copar las calles.
En Argentina, la pobreza estructural golpea al 40,6 % de la población y dentro del grupo poblacional de menores ingresos más del 70% son mujeres; es decir que la feminización de la pobreza no es solo una consigna. Por el contrario, esta encuentra sus causas en que la mayor parte de las tareas domésticas y de cuidado recaen sobre nuestros hombros sin recibir ninguna remuneración, mientras que si realizamos ese trabajo en casas particulares, los salarios son uno de los más bajos del mercado.
A este panorama se le sumará el ajuste que exige el FMI, que vendrá con un importante aumento de tarifas, congelamiento de la inversión en infraestructura, focalización de las políticas de asistencia, achicamiento de los “gastos” del Estado e incremento por debajo de la inflación tanto de salarios como de ayudas sociales.
Nuestros ingresos hace tiempo que están por debajo del nivel de indigencia, y a esto se le sumará el encarecimiento general de la vida, que redunda en una interminable búsqueda de precios para acceder a los alimentos; en la dificultad para pagar la garrafa para cocinar tanto en nuestros hogares como en los comedores que abastecen a cientos de familias; y en la imposibilidad de acceder al transporte público quedando aún más aislades y recluidas en nuestra casa. Todo esto nos precariza y genera una sobrecarga de tareas y explotación.
A su vez, los problemas para acceder a la vivienda afectan a más de 4 millones de personas en todo el país y esta realidad no mejorará si se congela la inversión en infraestructura. Las recuperaciones de tierra se han incrementado de forma drástica durante la pandemia, debido a las condiciones de hacinamiento y a lo difícil que es pagar un alquiler en este contexto. Si las mujeres y disidencias sexuales tenemos los trabajos peor pagos o directamente no estamos registrades, es evidente que somos uno de los sectores más perjudicados por las dificultades de acceder a una vivienda digna.
Por otro lado, las políticas públicas para combatir la violencia de género, garantizar la implementación de la Ley IVE, ILE y fomentar la ESI en todos los espacios educativos, requiere de mayor presupuesto y recursos, no de un achicamiento del Estado. El 2021 terminó con 10 travesticidios y 256 femicidios y en lo que va del 2022 ya se registran 28; Pese a las masivas movilizaciones y al avance que hay en términos de debate, los resultados del mismo no se ven plasmados en políticas efectivas para combatir la violencia. Por el contrario la cifra se mantiene a niveles altísimos. Con frecuencia debemos intervenir ante incumplimientos de la Ley IVE o de la falta de métodos anticonceptivos en los centros de salud
Hace un año que exigimos aparición con vida Ya de Tehuel de la Torre sin ninguna respuesta, por el contrario la justicia ya lo da por muerto antes de tener cualquier indicio de su paradero, sin avances en la investigación, garantizando la impunidad ante un nuevo crimen de odio.
La implementación efectiva del cupo laboral trans-travesti también se hace a cuentagotas; y la semana pasada nos indignamos con la violación en grupo de seis varones hacia una chica de 20 años en Palermo. Sabemos que todas estas realidades no son casos aislados, sino que forman parte de un sistema patriarcal que nos sigue oprimiendo y frente al cual el Estado tiene responsabilidades directas.
Trabajar desde la educación con las masculinidades, generar políticas de acceso a la vivienda y la salud, apoyar económicamente a quienes sufren violencia de género, capacitar a los efectores de justicia con perspectiva de género e implementar medidas para agilizar el acceso a la misma, generar trabajo genuino y reconocimiento de las tareas de cuidado deberían ser una de las prioridades centrales del Estado en lugar de pagar una deuda ilegítima e ilegal al FMI.
Hace ya seis meses que como movimientos sociales presentamos una propuesta al ministro Juan Zabaleta para generar trabajo genuino, en donde por ejemplo planteamos una línea directa para reconocer a nuestras promotoras de género y salud que fueron les primeres en la línea de combate contra la pandemia. Hasta el momento no hemos recibido ni una sola respuesta o mención a esta propuesta. A su vez, el Ministerio de Mujeres Generos y Diversidades no logra dar una respuesta acorde a las disidencias y mujeres violentadas, ya que por ejemplo el Programa Acompañar tiene incompatibilidades con otros programas lo cual impide su real acceso, como tambien su corta duracion no responde a las complejidades de la vida bajo violencia. Seguimos trabajando en nuestros barrios a pulmón, sin los recursos necesarios, sin reconocimiento salarial y exponiendo nuestra salud y nuestros cuerpos a situaciones de violencia.
Por todos estos motivos, retomar en dinamismo que los feminismos populares y disidentes supimos construir es una tara fundamental para el conjunto de la clase trabajadora. Tenemos que romper con la lógica institucional y burocrática en la que pretenden subsumirnos desde el gobierno y desde algunos sectores del movimiento de mujeres y feminista. Lo sabemos bien, nuestra mejor herramienta es la lucha desde abajo, en la calle y a la izquierda hasta cambiar todo lo que deba ser cambiado.

 ¡8M Paro Internacional de mujeres, lesbianas, trans, travestis, no binaries!
 ¡La deuda es con nosotres no al pago del FMI!
 ¡Basta de femicidios y travesticidios!
 ¡Exigimos políticas públicas con perspectiva de género!
 ¡Implementación efectiva de la ESI, IVE e ILE!
 ¡Reconocimiento de las promotoras de género!
 ¡Ni la tierra ni nuestros cuerpos son territorio de conquista!
 ¡Basta de precarizar nuestras vidas, si nosotres movemos el
mundo, nosotres lo paramos!