Ayer, jueves 24 de febrero, los colectivos de la emblemática Línea 60 no transitaron las calles y rutas que unen la zona norte del conurbano bonaerense con la ciudad de Buenos Aires. En una medida de fuerza consensuada en asamblea, los trabajadores anunciaron que llegaron a esa resolución luego de que los directivos del grupo DOTA (actual gerenciador de la línea) despidieran a cuatro trabajadores.

Organizaciones nucleadas en el Espacio de Trabajadorxs de Zona Norte, entre ellas el FOL, apoyaron con solidaridad el conflicto, difundiendo y  participando del corte de la ruta Panamericana ramal Campana km 42, Ingeniero Maschwitz, tras la fallida reunión en el Ministerio de Trabajo, debido a la ausencia de la parte empresarial.

En charla con dos delegados de la Línea 60,  Santiago Menconi  y  Néstor Marcolin, profundizamos sobre las causas de los despidos y la situación actual de los trabajadores.

“Soy Santiago Menconi – se presenta el joven - trabajador y delegado de la línea 60. Desde hace varios días nos encontramos en estado de asamblea permanente porque el grupo DOTA, actual gerenciador de la empresa, ha decidido despedir sin causa a cuatro compañeros con el agravante de la persecución sindical, ya que algunos de estos iban a ser presentados como delegados en las próximas elecciones de delegados en la línea. También entendemos que no son despidos aislados sino que se enmarcan dentro de la pelea que está teniendo el grupo DOTA, que concentra más de 100 líneas colectivos en el AMBA, con el Estado por los repartos de subsidios, dado que no es casualidad que justo un día después que se anuncia la quita de los subsidios DOTA empiece a despedir trabajadores sin ningún tipo de causa o de razón”.

Por su parte, Néstor Marcolin sumó que “como medida defensiva, los trabajadores decidimos iniciar un paro de 24 horas, desde las 00:00 del jueves y discutimos continuarlo el miércoles 2 de marzo, apelando a la sensatez para resolver un conflicto donde los trabajadores no vamos a pagar los platos rotos de los recortes presupuestarios.”

Los trabajadores también denuncian las pésimas condiciones laborales en las que realizan su labor cotidiana, como en las cabeceras de Barrancas de Belgrano, terminal de Escobar, Ingeniero Maschwitz, o Constitución Barracas, donde no tienen agua ni elementos básicos de seguridad e higiene y con unidades con diez años de antigüedad. Sufren además persecución laboral y suspensiones caprichosas. Y la más reciente y grave denuncia tiene que ver con que la empresa parasita los subsidios del Estado, resultando de esto el pésimo servicio brindado al público usuario.

“Por estas razones en asamblea hemos decidido continuar la semana que viene el miércoles 2 de marzo con otro nuevo paro de 24 horas y con corte en la Panamericana para exigir la reincorporación de los trabajadores despedidos” reforzó Menconi  y aseguró que “hoy tenemos reunión con el ministerio, el lunes reunión con compañeros y la semana que viene salimos con plan de lucha”.

En el marco de los acuerdos con el FMI, se vislumbra un panorama del avance de la depredación de nuestros derechos, con despidos y más precarización para les trabajadores. Pero la resistencia a las políticas de ajuste nos encuentra en las calles con lucha y organización en el camino de la unidad.