Las primeras luchas las dio en la escuela secundaria en la que cursaba, la Media N° 2, Don Luis Piedrabuena, ubicada en Solano, partido de Quilmes, en dónde se organizó junto a otres compañeres y formaron el cuerpo de delegades, un tipo de organización horizontal y representativa de todes les estudiantes.

Junto a sus compañeres defendieron la educación pública, protestando contra la Ley Federal de Educación y el nuevo sistema educativo Polimodal, impulsado por el menemismo y sus políticas económicas de privatización.

En el año 1998 fue parte de una agrupación de jóvenes que se llamaba 11 de Julio, y los fines de semana,  junto a otres compañeres iban a un barrio popular de Quilmes, el 9 de agosto, a hacer una copa de leche y dar apoyo escolar.

Darío que había nacido y vivía en el barrio Don Orione, de la localidad de Claypole, en el partido de Almirante Brown, luego de la experiencia estudiantil decidió empezar a militar para mejorar las condiciones de vida de la gente del barrio. Es ahí, cuando se suma al Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Almirante Brown, que era parte de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón.

Sus conocimientos sobre primeros auxilios, en su adolescencia había realizado el curso, y de albañilería los brindó a la lucha colectiva por un mundo mejor. Ayudó en la construcción de casas de vecines y compañeres del movimiento y también de bibliotecas populares en barrios del sur del gran Buenos Aires.

A finales de los noventa y principios de los dos mil la situación económica estaba muy desfavorable para la clase trabajadora. La crisis social y política se agudizaba con el correr de los meses, esto género en Darío más compromiso en la lucha y aunque era muy joven, se constituyó como un referente del naciente movimiento piquetero.

Pasadas las jornadas históricas de lucha del 19 y 20 de diciembre de 2001 y la renuncia de de la Rúa y Cavallo, el movimiento piquetero siguió organizándose y saliendo a cortar rutas y calles para paliar el hambre de los sectores populares.

Darío para esa época ya vivía en Lanús y militaba en el MTD de aquella ciudad. El 26 de junio de 2002 los MTDs se prepararon para hacer una gran acción de lucha y exigir al gobierno de Eduardo Duhalde respuestas concretas para las millones de personas que vivían en situación de pobreza.

Aquel mediodía, el presidente Duhalde, el gobernador de Buenos Aires Felipe Sola, y el secretario general de la presidencia Aníbal Fernández dieron la orden de reprimir a las organizaciones sociales que estaban cortando el puente Pueyrredón.

La represión de la policía de la provincia de Buenos Aires dejó el saldo de dos militantes asesinados por balas de plomo en el hall de la estación de trenes de Avellaneda, que en la actualidad lleva el nombre de “Darío y Maxi”.

Los compañeros que cayeron asesinados en la lucha fueron Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Este último, fue auxiliar a Kosteki que estaba herido de bala y fue acribillado a quema ropas por los policías Franchiotti y Acosta.

A pocos meses de cumplirse 20 años de la masacre de Avellaneda, la comisión de familiares, compañeres, amigues y organizaciones populares festejarán el próximo 5 de febrero a las 15 horas, en el predio Recuperado Roca Negra, ubicado en Camino General Belgrano 4431, en Lanús Este, el 41° aniversario del nacimiento de Darío Santillán.

“Darío, semilla de rebeldía que marcase a toda una generación militante, sigue renaciendo en cada quien que se organiza y da pelea para cambiar todo lo que deba ser cambiado.

Es por todo esto que invitamos a homenajear su vida de lucha con música en vivo, actividades para niñes, buffet a precios populares y más actividades”, sostiene el  comunicado que lanzó la comisión de familiares, amigues y comapañeres.