viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº2269
Frente de Organizaciones en Lucha » Género » 7 dic 2021

Ellos no buscan a Roxana, nosotras sí

Los 7 de diciembre en Florencio Varela se palpita el silencio que deja la ausencia de Roxana Villalba, la joven que hace tres años se encuentra desaparecida. Hoy, familiares, amigues, organizaciones sociales y sindicales movilizan, una vez más, para reclamar su aparición con vida y denunciar al estado y sus instituciones por su inacción y complicidad.


Roxana era una piba de 23 años que saludó a su mamá, salió de su casa y nunca más volvió.

Desde el 7 de diciembre de 2018 no hay ningún dato ni certeza de lo que le pudo a haber pasado, ni de dónde puede estar; tampoco hay ningún sospechoso implicado.

Se cumple otro año más en el que quieren hacer creer que a Lolo, cómo la llaman sus seres querides, se la tragó la tierra, pero la tierra no traga, a Roxana alguien la tiene y la tienen que devolver.

Ella no es la primera desaparecida de Florencio Varela, y tampoco fue la última. Todos los días entre las redes feministas y organizadas recorre la foto de una nueva piba desaparecida, asesinada o violentada por el sistema judicial y la policía.

Alejandra, la mamá de Roxana, se levanta todos los días y lucha para que no haya más otra desaparecida y también para que dejé de crecer la estadística de violencia machista y patriarcal.

Por su parte, el municipio de Florencio Varela realiza actividades de cuidado y sororidad para el 25 de noviembre, pero encubre, calla y silencia la desaparición de Roxana. También olvida la falta de presupuesto y la importancia de combatir la lucha contra la eliminación de la violencia de género.

Además, encumbre a todos los cómplices de las redes de trata implicados actualmente en la causa de Daniel Zisuela, el proxeneta que era concejal, y que aún siguen ocupando cargos públicos.  

Hace oídos sordos a los reclamos y olvida a las familias de las víctimas: no otorgándoles ayuda legal, emocional y económica.

Alejandra resiste, no olvida y atraviesa las tempestades con la cabeza en alto; la familia y las responsabilidades pesan, pero tiene la fortaleza para poder sobrevivir. “Lo acepto, pero quiero saber que ella está”.
En la causa no hay avances y la fiscal no aparece, se hizo lo protocolar pero si se hubiera hecho algo real a Roxana ya la hubieran encontrado.

“La justicia no busca respuesta, nunca buscaron a Roxana, siempre buscaron la salida de decir es una chica más desaparecida, un número más; para ellos es parte de una estadística, tienen todas las herramientas y deberían haberla encontrado a la semana, al mes que hice la denuncia. La fiscalía hizo en meses lo que hice en dos semanas”.

Para Alejandra estás fechas representan días de sensibilidad, habla con firmeza pero cuando habla de sentimientos se quiebra.

“La que hinchaba mucho para que festeje mi cumpleaños era Roxana y pensar que llega diciembre, mi cumpleaños y está fecha clave y me sensibiliza. Aprendí a canalizar y a tener perspectiva de pensar a futuro, el primer año decía mañana Roxana va a venir y hoy no digo que lo acepto porque quiero que vuelva pero llegó otro año y está más complicado, me encuentro más enfocada en pensar que hay que visibilizar a que esto no siga pasando”, contó Alejandra.

Al igual que su hija ella es muy amiguera y le gusta rodearse de personas todos los días para que le den fuerzas, unas palabras y un cariño. “Tengo muchos grupos de amigos y gente conocida que siempre me manda un mensajito o me comenta algo en las redes y me ayuda a encontrar un alivio, un respiro a ese sentimiento que me afecta todos los días. Me pasó un par de veces de querer estar sola encerrada pero siempre hay alguien que se acerca, me habla y ¿por qué no voy a dejar de qué me ayuden y me acompañen?”.

Para Alejandra hay mucha gente de Varela metida en la trata de personas y los funcionarios y poderes no hacen nada para resolverlo y difundirlo hacia afuera. “Si la fiscal no se siente capaz de llevar el caso adelante que se corra; debería ponerse la mano en el corazón y pensar que podría ser su hija o alguien que ella quiere”.

Cuando Roxana desapareció era mayor de edad y desde la justicia argumentaban que se pudo a ver ido con el novio o que estaba hipeando, como señalo una de las abogadas.

Al cumplirse 1095 días de la última vez que se vio a la joven, hoy por el centro de Varela se gritara su nombre y la imagen de su rostro copará las calles.

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