Nos acostumbramos a escuchar hablar a los adultos sobre cómo les afecta la pandemia a los jóvenes, si cumplen o no los protocolos o sobre la importancia que asistan a la escuela de forma presencial. Pero en muy pocos casos de les da voz, se los escucha.

Para romper esa costumbre acordamos una charla con tres jóvenes varelenses: Nair Chiapara, Vanesa Garay y Uriel Alcaraz los tres forman parte del Taller de comunicación que impulsa el Frente de organizaciones a partir del programa Envión. La conversación se realizó de forma virtual para cumplir con los cuidados que amerita el crítico momento sanitario.

A más de un año de la llegada del Covid-19 les preguntamos sobre cuáles fueron las primeras sensaciones al comienzo de la pandemia. Según Uriel: “A lo primero no se sabía mucho, creo que todos creíamos que iba a durar poco, y mira todavía estamos complicados”. Para Nair: “A lo primero se veía lejos, luego ya con el virus acá la cosa cambió para peor”. Vanesa recuerda que siete casos parecían una locura en el arranque y ahora nos acostumbramos a más de 500 muertos por día.

Les consultamos a les tres que pensaban de cuánto cumplían o no las medidas los jóvenes, por ejemplo ellos mismos, sus amigos o conocidos. En esto coincidieron los tres con que no se puede decir que todes se comportan igual. Según Nair: “yo tengo amigos que se cuidan y otros no y creo que eso pasa en otras edades también” Para Vanesa: “Es muy injusto, da mucha bronca, escuchar que un poco más somos les responsables de los contagios, yo salgo lo mínimo que puedo”. Uriel agrega “Yo no salgo mucho pero tengo que ir a trabajar a Avellaneda, esa es otra, muches salen porque no les queda otra y siempre están los que hacen cualquiera”.

Para cerrar les consultamos sobre qué balance hacen a más de un año de pandemia, que fue lo peor y si tuvo algo bueno para elles. Para Vanesa: “Creo que a todos no afecto de la misma manera el tema Covid, todos estábamos súper acostumbrados a ser sociable, vivir rodeados de gente diariamente. Creo que a todos nos costó adaptarnos al aislamiento social, yo misma tuve Covid y en el día me sentía bien pero a la noche me subía mucho la fiebre. Pero si miramos el lado positivo me sirvió mucho para reflexionar sobre mi misma, para saber lo que quiero, y sobre todo para pasar y compartir mucho más tiempo con mi familia. El uso de la tecnología fue fundamental ya que a través de ella pude comunicarme diariamente con mis amigos y seres queridos”.

Para Nair: “Lo mejor fue que en mi familia no hubo muchos casos y eso me tranquiliza, por otro lado las clases virtuales del colegio me estresaron mucho y aun me pasa. También lo malo es no poder ver a tus amigos, un embole”. Según Uriel: “coincido que una de las peores cosas es no ver a tus amigos, perderte las juntadas con los parientes. Lo positivo en mí caso es que ninguno de la familia se contagió, además pude reflexionar sobre lo que quería para mí, hacer el curso de barbería y empezar a laburar de lo que me gusta. También estar mucho con la familia y valorar más las cosas cotidianas”.

Alejados del estereotipos que tanta veces solemos consumir en los medios masivos, Nair, Vanesa y Uriel nos muestran que no se puede encasillar a todes les jóvenes bajo un mismo rotulo. Y además que ellos tienen su propia voz pero mucha veces alejada de los micrófonos de los “grandes” medios.