martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº2273
Frente de Organizaciones en Lucha » Regionales » 20 jul 2021

A un año de la recuperación de tierras en Guernica, la lucha continua

El feroz desalojo perpetuado por la policía de la provincia de Buenos Aires no logró vencer la resistencia. Hoy cientos de personas están a un paso de conquistar su derecho a tener un pedacito de tierra para vivir.  


El 20 de julio del 2020, en medio del recrudecimiento de la pandemia de Covid y con el frio intenso del invierno, alrededor de 10 mil personas se lanzaron a recuperar un predio de 100 hectáreas que se encontraban en desuso desde hacía años. Eran familias que con la profundización de la crisis económica habían perdido sus trabajo o sus changas y que ya no podían seguir pagando el alquiler; otras tantas que vivían hacinadas en casas de familiares y otras que se encontraban en la calle. Con la ocupación del predio iniciaban un proceso de lucha colectiva para conquistar un derecho muy básico: el de tener una porción de tierra para construir viviendas dignas.

El proceso duró tres meses, tiempo en el cual hubo muchas instancias de diálogo con funcionarios de la provincia de Buenos Aires para arribar a una solución. Las familias, acompañadas por distintos movimientos sociales, estaban dispuestas a ser trasladadas a otro lugar si era necesario, pero reclamaban que el mismo fuera un predio en común donde se pudiera construir un barrio comunitario y organizado. Esto implicaba que todes les vecines pudieran pensar que necesidades existían y cómo resolverlas. Una salita, una escuela, espacios verdes, huertas y lugares de encuentro eran los anhelos que se mantienen intactos.

Pero luego de idas y venidas que implicaron mucho maltrato e incertidumbre para quienes se encontraban en una situación de extrema vulnerabilidad, el Estado decidió avanzar con la peor resolución: el desalojo. El operativo montado por la policía bonaerense al mando de Sergio Berni contó con la participación de 4 mil efectivos equipados como para la guerra. Pero del otro lado solo había familias pobres con niñes, que intentaron defenderse como pudieron y tuvieron que soportar además la criminalización de los medios de comunicación.

A un año de aquel trágico hecho, varías familias lograron permanecer organizadas bajo la convicción de que la lucha colectiva es el único camino. “Esta experiencia dejó un saldo organizativo importante. Marcó en la agenda política que hay q discutir cómo se distribuye la tierra. Que la tierra es para vivir no para especular negociados inmobiliarios o negociados políticos. Esta lucha se mantiene viva y les vecines seguimos organizándonos” dice Sabrina, integrante del Frente de Organizaciones en Lucha y vecina del ex barrio La Lucha.

Coincide con Yamila quien cuenta que “seguimos saliendo a la calle y demostrando que esto no se soluciona esperando en nuestras casas, sino que en las calles se da la lucha. Es lindo ver cómo les compas toman un rol activo en base a una necesidad propia pero también luchan por un barrio comunitario que es lo que hemos querido desde que nos conocimos”.

En los últimos días se han retomado las mesas de trabajo con los funcionarios y según contó Yamila al parecer habría algunos avances para la adjudicación de la tierras, pero aún queda ver si se esto se concreta y en qué plazos. Por eso Sabrina dice que “no ha habido muchos cambios materiales, seguimos viviendo en situación extrema vulnerabilidad, hacinamiento, vecinas con problemáticas de violencia de género, familias con discapacidad y la espera del resarcimiento, a la espera del cumplimiento del derecho a una tierra para vivir dignamente”.

El respaldo de otres que están en la misma condición y la contención de los movimientos sociales, dio el impulso para que muchas familias siguieran reclamando la construcción del barrio comunitario. Las personas que se mantuvieron en el reclamo lograron firmar un acto acuerdo de pre-adjudicación de lotes con la provincia, y hoy luego de mucha insistencia y lucha, están a un paso de que se haga realidad.

“Hoy se dio un ida y vuelta muy emotivo con les compas de la asamblea, compartimos fotos de todo el proceso y eso ayuda a continuar con esa mística que tanto ha caracterizado a Guernica” dice con emoción Yamila. La problemática del acceso a la vivienda se torna cada vez más aguda en un mundo que privilegia la especulación inmobiliaria y la concentración de la tierra en pocas manos; Un mundo donde el derecho a la propiedad privada de los sectores de poder se pone por encima del derecho de miles de personas a vivir dignamente.

Por eso, quienes atravesaron la experiencia de Guernica, caminan con la certeza de que para enfrentar esas injusticias el camino es construir y fortalecer los lazos de solidaridad, lo colectivo y el sentido de pertenencia que les da una identidad común y les aferra a seguir luchando por sus derechos.

 

 

 

 

 

 

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