El próximo sábado el FOL zona sur realizará un evento agroecológico en la localidad de Longchamps, con el objetivo de concientizar y promover las huertas familiares con alimentos libres de tóxicos y compartir información sobre biopreparados, plantas medicinales y beneficios ecosociales de las mismas. Se realizarán ocho talleres, los cuales estarán a cargo integrantes de la organización e invitadxs de otras huertas del conurbano, y también habrá intercambio de semillas.

Además de las actividades nombradas, dentro de los talleres se trabajarán otros ejes como la siembra, cosecha y conservación de las semillas, el armado de canteros y compost y la preparación del suelo. “Pensamos la jornada con el objetivo de poner en valor y concientizar acerca del trabajo que se está haciendo y cómo se diferencia del modelo agroindustrial. Revalorizar el conocimiento que traen nuestras compañeras, que por tradición cultivan de esta manera” explicó Nadia, una de las coordinadoras de la actividad.

El proyecto de huertas en zona sur es reciente, en algunos lugares esta es su primera cosecha, pero cada nuevo espacio que se abre se nutre del extenso recorrido que tiene el FOL en sus distintas regionales respecto a las huertas agroecológicas. Muchas de sus integrantes, que en algunos casos provienen de Bolivia o Paraguay, trabajaron en el cordón frutihorticola de La Plata y el espacio también les permite reencontrarse con saberes previos debido a que las huertas familiares formaban parte de sus vidas cotidianas en la infancia.  

Las huertas se han transformado además, en una posibilidad para sobrellevar la crisis que golpea en los barrios, ya que lo que se extrae de la tierra se utiliza para las ollas populares que abastecen a cientos de vecinxs. A su vez, son un ámbito propicio para discutir de que manera producir los alimentos y como cuidar la naturaleza y la tierra. También se debate respecto al patentamiento de semillas y la fuerte comercialización que eso implica. “Desde que el gobierno bajó el programa del Inta de distribución gratuita de semillas en los barrios, hay que ir a comprarlas a la Federación de Cooperativas Agroecológicas u otras empresas. No se pone en valor el intercambio de semillas y se transforma en una cuestión comercial de un insumo que es básico para la alimentación y el crecimiento de las huertas familiares” explicó Nadia.

Por último, las huertas permiten generar redes con otras experiencias y al abrir los espacios a toda la comunidad genera una apropiación diferente del territorio y un interesante intercambio de conocimientos y propuestas. La idea del proyecto es continuar realizando este tipo de talleres para todo el barrio para profundizar en temas puntuales y para seguir fomentando el vinculo con las y los vecinos.