A más de 130 días de iniciada la cuarentena en todo el país la provincia de Jujuy atraviesa su momento más crítico, que amenaza con seguir empeorando en estas semanas conforme la situación sanitaria es peor cada día, empujando hacia una realidad más y más complicada a las organizaciones sociales, a los sectores más empobrecidos y a lxs trabajadorxs precarizadxs que son el sector predominante desde hace décadas en la provincia. El de ya de por sí difícil cuadro estructural del cual surgimos las organizaciones, y en donde desarrollamos toda nuestra tarea organizativa, se ve agravado con esta pandemia que acelera la crisis ya en marcha, y semana tras semana vemos como se suman familias humildes a nuestros merenderos y comedores que sostenemos desde la Regional Jujuy del Frente de Organizaciones en Lucha. Actualmente ante el preocupante brote de contagios que está lejos de controlarse y con un sistema de salud colapsado, nos hemos visto en la necesidad de suspender hasta estas actividades esenciales por el total cuadro de desprotección que atravesamos en la provincia.

En los últimos días nos ha tocado ver algunas de las postales más tristes de la pandemia, con pérdidas de vidas humanas a causa del abandono estatal, en la provincia en la cual hasta hace unos años el gobierno planteaba cobrar aranceles en los hospitales públicos y culpaba a “los extranjeros” por saturar los hospitales, el covid-19 ha doblegado rápidamente la estructura sanitaria de la provincia, rebasando su limitada capacidad de respuesta. No obstante en Jujuy hasta Junio no existía circulación viral interna, hasta ese momento la soberbia del discurso oficial llegaba a desestimar la problemática a nivel nacional y con discursos racistas ordenaba fortalecer los controles fronterizos en el límite con Bolivia y la provincia de Salta. En ese momento, cuando todos eran aires de victoria, hasta se llegaron a plantear algunos absurdos como que el torneos de futbol oficial tuviera sede en la provincia, el propio ministro de seguridad Ekel Meyer confirmo que se estaba “evaluando” esa posibilidad, otro anuncio a destiempo fue el de la ministra de educación Isolda Calcina asegurando que en Agosto se iniciarían las clases presenciales en la provincia.

Hoy con 3771 casos confirmados y 92 muertes Jujuy es la tercer provincias con más casos del país, desde iniciado el aislamiento preventivo social y obligatorio el 20 de Marzo en todo el país cabe preguntarse ante la situación actual ¿Qué se hizo todos estos meses? ¿En que se invirtieron los 9 mil millones de pesos que la provincia recibió de nación? ¿En que se empleó todo este tiempo que debió de haber servido para poder prepararse ante una situación de este tipo y que el propio gobernador aseguraba la provincia estaba preparada?

El escenario es amargamente angustiante e indignante, mientras cada vez que un funcionario es sospechado de haber tenido contacto estrecho es testeado a tiempo, y contenido por los mejores y más veloces protocolos sanitarios, las mayorías trabajadoras viven ante el abandono y la licencia de responsabilidad de la política, las denuncias de personas que hace semanas esperan testeos se cuentan de a decenas, las personas fallecidas es sus domicilios en el departamento Ledesma sin ningún tipo de atención ya suman 14, la saturación del las camas de terapia intensiva en la provincia es del 93,1%, mientras tanto continua el show mediático del COE local que de vez en cuando suma a una autoridad de alguna delegación enviada por nación a hacer seguimiento al cuadro provincial.

La pandemia golpea desigualmente resaltando las diferencias económicas y sociales, las patronales continúan sacrificando la vida de obreros con tal de mantener sus márgenes de ganancias inalterados, de hecho uno de los datos más fuertes y menos divulgado por los grandes medios, es que la empresa con mayores muertes en el país se encuentra en Jujuy; se trata de nada más y nada menos que de Ledesma, una empresa cuyos dueños tienen elocuentes antecedentes históricos de desprecio hacia la clase trabajadora: la familia Blaquier dueña de la misma recordemos financio la última dictadura cívico-militar-eclesiástica y perpetro la noche del apagón. El ingenio azucarero tiene al día de la fecha 320 casos de covid-19 confirmados y 9 obreros fallecidos, las denuncias de sus trabajadorxs muestran la desidia de las patronales, la indiferencia y complicidad de los gobiernos y el bloqueo mediático de la cual goza la empresa.

Al margen de toda la tinta gastada en letra y papel, lxs trabajadorxs continuamente exponen las irresponsabilidades patronales entre las cuales se cuentan: la falta de distribución de barbijos y los elementos sanitarios necesarios, el incumplimiento de las licencia a obrerxs mayores de 60 años a pesar de estar contemplados en las poblaciones de riesgo, el cese de pagos ante la presentación de certificados médicos que obligan a lxs trabajadorxs a regresar a sus funciones, y como si esto fuera poco, la empresa ha continuado trabajando al 100% de su capacidad sin detener la producción ni un solo día. Actualmente Rafael Vargas, secretario del gremio azucarero, continúa con los reclamos de detener la producción por 14 días para disminuir la tasa de contagios, y para colmo de males de toda la provincia el departamento más afectado es Ledesma, principalmente su ciudad cabecera Libertador General San Martin. En este departamento que tiene justamente el nombre de dicha empresa, se evidencia crudamente la filiación entre la explotación económica, el agudizamiento de la pandemia, la connivencia de los gobiernos y el reiterado costo en vidas y salud que pagan los obreros y obreras. No puede dejar de mencionarse además que Blaquier, uno de los hombres más ricos del país ha gozado al igual que las grandes empresas de los ATP girados de nación, los cuales parecen no haber sido suficientes para que la patronales mostraran un mínimo de consideración por la salud de miles de trabajadorxs.

Por otro lado en la rama de la salud el personal sanitario es de los más golpeados en toda la provincia y muestra los números de casos internos más elevados conjuntamente con la fuerza policial, no obstante Gustavo Bohuid, ministro de salud provincial, afirmo hace solo unos días que la cifra había que “multiplicarla por diez”, y el propio Gerardo Morales en la última conferencia del COE recomendó el consumo de antibióticos y de ibuprofeno a la población en general, que a pesar de las aclaraciones del Colegio de Farmacéuticos locales esto no evito que se agotaran los stocks de las farmacias de turno; tal es el autoritarismo del mandatarios que ninguno de los especialistas presentes se digno de aclarar que los antibióticos son para los patógenos de origen bacteriano, y no para los virales.

Actualmente con su imagen pública en caída y con discursos desgastados, la gestión de Juntos por el Cambio se refugia en el negacionismo y continua flexibilizando las actividades mientras el cuadro empeora, y el Estado Nacional contempla pasivamente las irresponsabilidades jurisdiccionales. En esta semana se aperturaran los gimnasios, los restaurantes, los comercios en general y la administración pública por nombrar las más importantes, un flexibilización al mejor estilo Bolsonaro ante la impávida mirada de la gestión nacional.

Desde el Frente de Organizaciones en Lucha queremos exponer y visibilizar con urgencia esta situación por la cual estamos atravesando en la provincia de Jujuy, exigimos que la empresa Ledesma cumpla con los protocolos establecidos dejando de poner en peligro de muerte a cientos de trabajadorxs, sostenemos que la responsabilidad del Estado Nacional ante la negligencia de la gestión provincial es indelegable, y denunciamos la responsabilidad directa del gobierno presidido por Gerardo Morales por estas gravísimas condiciones sanitarias que pone en riesgo la salud de lxs mas de 700 mil jujeñxs que vivimos en esta provincia.