Docentes y estudiantes del Bachillerato Popular del Galpón Cultural de Claypole, se reinventan y elaboran propuestas para seguir incentivando la participación y el aprendizaje a pesar del difícil contexto que le toca atravesar a la educación. Con ese objetivo iniciaron un proyecto de intercambio virtual con alumnos y alumnas del Instituto Federal de Maranhao en Brasil, que apuntaba a socializar experiencias, sensaciones y sueños pos pandemia.

El vínculo surgió a partir del contacto con Leonardo, profesor del instituto brasilero que paso un año en Argentina enseñando portugués en el Bachillerato. “La idea surge de la necesidad de llevar a nuestros estudiantes un incentivo para participar, una mirada esperanzadora de que la distancia cuando queremos se puede acortar. Es decir, estamos re lejos pero vivimos la misma situación, tenemos las mismas problemáticas, los mismos sueños y preocupaciones” dijo Laura, profesora del Bachi.

En los videos que se mandaron de un país a otro hablan de la cultura, sobre cómo están atravesando el aislamiento, de sus gustos y actividades cotidianas, y sobre aquello que ven por sus ventanas como una manera de simbolizar una mirada hacia el futuro y hacia el mundo. “El objetivo era compartir distintas miradas, acerca vivencias de otros estudiantes, poner en práctica la interpretación porque los videos eran en las dos lenguas y la idea era poder contextualizar lo que iban diciendo. También tuvo un objetivo literario para pensar como nos imaginamos el mundo después de la pandemia” explicó Laura.

Cabe destacar que los Bachilleratos Populares vienen reclamando desde hace tiempo que el Estado destine recursos para garantizar la continuidad pedagógica, pero en la mayoría de los casos las respuestas surgen de la autogestión y la organización a pulmón de quienes integran estos espacios. En ese sentido, las dificultades de conexión son una problemática común tanto en Argentina como en Brasil y eso afecta sobre todo a los sectores populares, obstaculizando su derecho a la educación.

La situación económica y sanitaria en ambos países es complicada. En Brasil las políticas de Jair Bolsonaro exponen a la clase trabajadora a un mayor contagio y ya son más de 98 mil las personas fallecidas producto del coronavirus. Mientras tanto en Argentina los casos también van en aumento y la presión de las grandes empresas para levantar la cuarentena hace peligrar la capacidad del sistema público de salud.

Pese a esto, desde abajo se siguen llevando adelante políticas de autocuidado y de asistencia a quienes más lo necesitan, a la vez que no se pierde de vista la necesidad de seguir garantizando los espacios educativos. Por eso todas las participantes del proyecto remarcaron que la experiencia fue muy enriquecedora y resaltaron la importancia de pensar otros mundos posibles para salir de esta crisis.