Una delegación de distintos movimientos sociales se hizo presente ayer en la Residencia Presidencial de Olivos con el objetivo de presentar una carta dirigida a Alberto Fernández, en la que se explayan acerca de la dramática situación que se vive en los barrios populares. Los reclamos son los mismos que vienen presentando desde el principio de la cuarentena frente a funcionarios del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, pero hasta el momento las respuestas han sido muy insuficientes.

Distintos integrantes del FOL que se encuentran tanto en la Capital Federal, el conurbano bonaerense y en varias provincias a lo largo del país, vienen denunciando que las medidas que el gobierno anuncia por la tele no se corresponden con la realidad que se vive en los barrios. Los testeos del plan Cuidar no llegan a esas zonas, y si lo hacen es de manera ineficiente y sin tener en cuenta la realidad de las miles de familias que habitan en las villas y asentamientos.

“Hoy en día tenemos a familias enteras que están aisladas, y desde la organización les acercamos mercadería y los recursos que tenemos los socializamos como podemos porque también son escasos. Nos encontramos con una realidad de que si no se presentan situaciones muy muy graves, en donde a las personas les cueste respirar, no se hace presente la ambulancia y ni hablar que el 107 es imposible comunicarse porque esta saturadísimo. La comunicación con esa línea es nula y al municipio tenemos que estar persiguiéndolo para que se presenten en los lugares” dijo Soledad, militante del FOL en la localidad de Almirante Brown, para el programa de radio Los Locos de BSAS.

Los movimientos declaran que el sistema de salud está colapsando y que cuando intentan comunicarse para que se asista a personas con síntomas no logran que nadie los atienda. Esto genera que muchas veces sean las familias las que trasladan a las y los enfermos a los hospitales, poniendo en riesgo a más cantidad de personas.

También plantean que no hay un seguimiento de los casos positivos, por lo cual la gente queda sin asistencia alimentaria y sin resguardo para el resto de las y los integrantes de la familia, lo cual implica un contagio asegurado de todo el grupo sin posibilidad de atención médica. A su vez, muchas personas dependen de lo que brindan los comedores barriales, pero estos ya no dan abasto a raíz del aumento de la demanda y de que el gobierno no ha incrementado la cantidad de mercadería.

Las organizaciones creen que las estadísticas no reflejan los números reales ya que la cantidad de hisopados que se hacen son muy escasos y a su vez tienen que presionar para que haya un seguimiento epidemiológico, que muchas veces lo terminan haciendo las organizaciones mismas y no el gobierno.

“Si en la Argentina no se pone en discusión la distribución de la riqueza las consecuencias sociales la van a pagar las familias más humildes y es por eso que luchamos y resistimos hace más de dos décadas. Cuando no existe el trabajo lo único que se ofrece a las mayorías populares es la miseria, la marginalidad, la carestía de la vida y los derechos elementales que el Estado nacional tiene que garantizar parecieran un lujo, mientras un puñado de familias ricas concentran la mayor parte de la riqueza” dijo Marianela Navarro, vocera del FOL, ayer durante la conferencia de prensa en la quinta de Olivos.