martes 16 de abril de 2024 - Edición Nº2266
Frente de Organizaciones en Lucha » Trabajo » 25 jun 2019

En crisis

Durante el último año se perdió un puesto de trabajo cada dos minutos

A esto se le suma a la profundización de la precarización y la inestabilidad para millones de personas.


El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda reveló que entre marzo del 2018 y el mismo mes de este año se perdieron 268.000 puestos, lo que representa uno menos cada dos minutos. Los sectores más afectados fueron la industria manufacturera, seguido por comercio y reparaciones, y luego transporte y comunicaciones.

Los datos del Indec publicados la semana pasada van en el mismo sentido. La desocupación en el primer trimestre del 2019 alcanzó el 10,1%, lo que implica que 2 millones de personas se encuentren sin trabajo. Este es el número más alto después de 13 años, a lo que se suma un aumento muy grande de sectores que trabajan de manera precaria y que por lo tanto no tienen garantizados sus derechos básicos.

A ese sector, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA lo denomina “micro-informal” y se caracteriza por realizar “actividades autónomas no profesionales o llevadas a cabo en pequeñas unidades productivas con baja productividad, alta rotación y baja o nula vinculación con el mercado formal”. Es decir que un ejemplo de esto podrían ser los vendedores ambulantes, los productivos independientes o los que llevan adelante los movimientos sociales, las cooperativas, etc.

Ese sector ocupaba a fines del 2018, según el informe de la UCA, el 49,3% de los ocupados. Las personas que trabajan en esas condiciones perciben ingresos extremadamente bajos, dificultades para acceder a una obra social y otros derechos. A su vez, genera la imposibilidad de acumular experiencia o desarrollar habilidades necesarias para desempeñarse en el mercado formal.

Otro dato de relevancia es que las personas que más afectadas se ven por esta situación son las mujeres jóvenes. Para aquellas que tienen entre 14 y 29 la tasa de desocupación es del 23,1 según el Indec, mientras que para los varones de la misma edad es de 18,5.

Esto se debe en gran parte a que las identidades femeninas tienen asignadas las tareas domésticas y de cuidado, a las cuales les destinan muchas horas, lo cual se vuelve incompatible con las exigencias del mercado laboral. De esta manera son ellas las que deben buscar trabajos precarios para poder sostener ambas responsabilidades.

Con esos trabajos precarios y sueldos bajos se hace muy difícil alcanzar los valores de la Canasta Básica Total que hoy se encuentra en 30.338 pesos para una familia de cuatro integrantes, y que es el piso para no ser considerado pobre.

Las mujeres serán una vez más, en la mayoría de los casos, las más afectadas por esos valores, ya que para poder sobrevivir y llevar un plato de comida a la mesa deberán recorrer la ciudad en busca de precios más económicos.

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