#ConEllosNo
Los asesinos de ayer no pueden ser los salvadores de hoy
Lanzan una campaña para repudiar la candidatura de presidente de Felipe Solá, por ser el responsable político del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en el 2002.
La Comisión Independiente Justicia por Darío y Maxi lanzó la campaña llamada #ConEllosNo, para repudiar de manera pública la candidatura a presidente de Felipe Sóla, ya que el mismo es el responsable político de la Masacre de Avellaneda, en donde la policía asesino a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
El lema de la campaña, que se presenta hoy a las 11 hs en el obelisco, es “los asesinos de ayer no pueden ser los salvadores de hoy” y lo que busca es continuar la lucha por justicia para los dos militantes sociales asesinados por la policía en el 2002.
“¿Quién era Solá en ese entonces? El gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la represión en el Puente Pueyrredón. Solá, ese mismo día, tuvo dos gestos cómplices: le dijo a Norita Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora que se trataba de "un enfrentamiento de pobres contra pobres" y luego felicitó públicamente al entonces Comisario Alfredo Fanchiotti por el operativo de represión” recuerdan desde la comisión independiente en su comunicado.
La familia Santillán junto a organismos de Derechos Humanos y otras organizaciones sociales vienen reclamando justicia desde el momento de la masacre. Gracias a eso, se logró que el ex comisario Alfredo Fanchiotti y el ex cabo Alejandro Acosta, responsables materiales del homicidio, fueran condenados a cadena perpetua. Pero la impunidad para los responsables políticos continua, lo que habilita que Solá pueda presentarse como un candidato de la oposición a Cambiemos.
En el año 2002, el país seguía atravesado por la terrible crisis que estalló en diciembre del 2001. En aquel entonces el índice de desocupación era de 21,5% es decir 3 millones de personas, mientras que 2 millones y medio más se encontraban subocupadas. Por su parte el índice de pobreza era del 57,8%, es decir 20 millones de personas, mientras que el número de indigentes era de casi 10 millones.
A raíz de esto, el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, al cual pertenecían Darío y Maxi, iban a cortar junto a otras organizaciones cinco accesos a la Capital Federal para reclamar mejoras en las condiciones de los subsidios, insumos para centros de salud y escuelas, desprocesamiento de militantes sociales y el fin de la represión.
Si bien el contexto es diferente, los reclamos de aquel momento se asemejan a los de hoy en día. El gobierno de Cambiemos está sumergiendo al país en una crisis que es cada vez más profunda. Frente a esto la familia Santillán y varias organizaciones sociales apuntan a recuperar la historia y a no permitir que los asesinos de ayer y aquellos que reprimieron la protesta social vuelvan a reciclarse impunemente.