sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº2277
Frente de Organizaciones en Lucha » Regionales » 24 ene 2019

Entrevista

De La paz a la provincia de Buenos Aires: mujeres que se organizan para pelear por sus derechos

El Periódico Barrial Chasqui de La Plata conversó con dos integrantes del Frente de Organizaciones en Lucha para conocer detalles sobre sus historias de vida. En busca de mayores derechos, contaron los motivos por los cuales luchan por un mundo mejor.


DE LA PAZ A LA PLATA*

 

Tres de la tarde de un soleado martes de mayo, inesperado día para la fecha del año en que nos encontramos. Mujeres organizadas en el movimiento social Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) desarrollan su jornada laboral en el centro comunitario Ok´arikuna (Nos levantaremos), de la localidad de Tolosa de la ciudad de La Plata.

Mujeres que llevan adelante el trabajo de cocinar el guiso que luego será repartido para 30 familias. Todas ellas son de la comunidad boliviana. Cocinando son seis, en la asamblea semanal eran 30 compañeras.

Maribel y Elizabeth forman parte del centro comunitario y permitieron que Chasqui pueda retratar sus historias de vida y su cultura.

 

¿Cómo y cuándo llegaron a Argentina?

 

Maribel: Vivo hace 16 años acá en Argentina, vine de la provincia de Cochabamba, Bolivia. Cuando llegamos fuimos para el lado de Misiones, pero es una provincia donde hay menos trabajo y más pobreza, sólo estuvimos tres meses allí.

Elizabeth: Me vine de Bolivia hace ocho años, queriendo sobresalir, allá hay poco trabajo y es cara la vida. Con mi esposo tuvimos una nena y decidimos venirnos para poder juntar algo de plata y al final nos quedamos acá.

Estuve un mes en Buenos Aires. Después ya me vine acá. El mes que estuve allá trabajamos en costura, nos trajeron para eso. Pero era una explotación total, te levantabas a las 6 de la mañana y te tenías q ir a dormir a las 11 de la noche. Solo salías para comer, era una explotación. Teníamos que estar el mes si o si para pagar la deuda a los que nos habían traído. Después ya del mes por casualidad nos encontramos con amigos en Retiro y nos vinimos para La Plata.

 

¿Cuál era la situación en Bolivia que las llevo a venir a Argentina?

 

M: En la época que yo me vine no estaba tan bueno el asunto económico en Bolivia. Uno viene con la idea o esperanza de salir adelante, poder conseguir un buen trabajo, ahorrar y volver para tener tu casa propia en tu tierra o acá. Pero cuando llegás es otra cosa, otra historia, a veces un poco más cruel de lo que nos cuentan. Uno viene acá con la maleta llena de ilusiones, de querer progresar y llegado el momento te da un plantón al piso que no te imaginás. Porque el alquiler es caro y no sabes cómo arrancar.

Nosotros empezamos con una casilla, un baño y fuimos haciéndolo poco a poco. Mi esposo tampoco consiguió trabajo enseguida, porque cuando llegás nadie te da trabajo, desconfían y son muy abusivos. Te hacen trabajar las horas que hay que trabajar y te pagan menos o no te pagan por ser boliviano. Uno aguanta, se queda callado. Mi esposo estuvo cinco meses sin trabajar, no teníamos ni para comer.

E: Nos vinimos porque allá no había trabajo, si había era con explotación. Yo me vine con una nena pero nuestra meta era estar un año acá para juntar un poco de plata porque estábamos estudiando con mi esposo. Entramos a la Universidad y no teníamos plata para estar en Bolivia. Decidimos venir por un año para juntar plata y seguir con nuestros estudios. No pudimos volver y nos quedamos porque encontró trabajo, a veces nos faltaba pero siempre hay una ayuda acá, hay comedores. Tuvimos más oportunidades acá que allá.

 

¿Son víctimas de discriminación por su nacionalidad y condición social?

 

M: Cuando yo llegué era horrible, porque salías a la puerta y te gritaban “bolita”. Inclusive la gente humilde nos gritaba cosas feas. Nosotros no podíamos tener la pared libre, siempre tuvimos tapado con chapas hasta arriba. Escuchas “estos bolitas vienen a quitarnos el laburo”. El laburo está, el que tiene ganas de trabajar trabaja. Los chicos no podían salir afuera como los demás porque los mismos nenes reproducen prácticas discriminatorias. A mi hija siempre la discriminaron en la escuela, los chicos son crueles a veces. Nuestros hijos son callados y jamás van a responder.

Una vez salimos a defender a un paisano nuestro y nos tiraron piedras, no les importo que hubiera chicos, querían prender fuego la casilla. Teníamos que vivir con baldes llenos de agua porque nos amenazaban todas las noches.

Es difícil ser inmigrante. Cuando vivíamos en Misiones, la policía nos pedía plata por estar indocumentados, decían que nos iba a meter en la cárcel y la gente por miedo les daba plata.

 

¿Qué fue lo que las llevo a organizarse en el barrio?

 

E: Arrancamos con el centro comunitario después de la inundación del 2 de abril, a partir de ahí nos organizamos. Empezamos siendo cuatro y ahora somos 30 compañeras, nuestra primera lucha fue por materiales para construir el centro comunitario.

Hay mucha necesidad, a muchos les falta la comida. Entonces acá nos organizamos, salimos a luchar a la calle a pedir lo que nos pertenece.

M:A mí me invito Eli, al principio vine de chusma, después fui escuchando y me fue gustando. El año pasado vinieron abogados que nos decían cuales eran nuestros derechos, para que sirve el DNI. Aprendemos que está bien y que no de la política, quienes nos ayudan realmente. Si esperamos del gobierno vamos a seguir parados, cuando iniciamos el comedor no teníamos ni cocina, ni olla y poco a poco fuimos consiguiendo las cosas por nuestros propios medios.

 

¿Qué cuestiones discuten y problematizan en las asambleas?

 

M: Nos abre los ojos de lo que realmente es la política, las cosas buenas y malas. Qué políticos trabajan para la gente humilde y cuales para la gente que tiene plata. Los candidatos de ahora, van a trabajar para la gente que tiene plata, no para los que necesitamos trabajo y vivienda.

El centro nos enseña a ver las cosas, incluso nos enseñaron los derechos que tenemos las mujeres que no nos pueden golpear e insultar. La mayoría de las mujeres que vienen acá son de Bolivia y muy pocas hablaban pero desde que nos juntamos en asamblea ya empiezan a hablar, a reclamar, a decir si no les gusta algo. Aprendieron a decir no.

 

¿Por qué creen que se está produciendo este empoderamiento de las mujeres?

 

M: porque estamos abriendo los ojos, aprendiendo a luchar. Antes no podíamos ni votar, ni trabajar y con luchas y reclamos conseguimos estos derechos .Pero hoy en día el mundo sigue siendo machista.

 

*Entrevista realizada por el Periódico Barrial Chasqui

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias

VIDEOS