El dato proviene de un informe del propio FMI, el cual ubica a Argentina en el sexto lugar con un cálculo inflacionario del 20,2% para el 2019. Teniendo en cuenta que esas previsiones son mucho menores al 28,7% que anticiparon algunas consultoras privadas, el panorama es aún más desesperanzador.

Argentina se encuentra así en un ranking de 10 países que sufren esta problemática, siendo Venezuela el que ocupa el primer lugar, seguido de Sudán del Sur, Sudan, Irán y Liberia. Además el Instituto Estadístico de los Trabajadores que depende de la UMET, anunció que la inflación del 2018 es la más alta de los últimos 27 años, superando la del 2002.

Estos no son sólo números, sino que son un golpe durísimo y real para millones de personas a lo largo y ancho del país. Entre diciembre del 2015 y diciembre del 2018 la caída real de los salarios implico un 24% para el Salario Mínimo, y un 22% para los salarios promedio con respecto a la inflación. Es decir que el poder de compra de una persona que cobra lo minino es 24 veces menor que años anteriores.

Pero la situación es aún peor para trabajadores y trabajadoras que se encuentran por debajo de la línea de pobreza o de indigencia. En noviembre del año pasado, los datos revelaron que si ante los terribles incrementos la clase media deja de comprar electrodomésticos, de viajar, o salir a comer afuera, en los sectores más vulnerables y precarizados esto implica prescindir de lo indispensable como es la comida.

De esta manera en noviembre del año pasado la inflación para los pobres represento una suba del 54,6% ya que el encarecimiento de productos básicos y de los servicios impacta en estos sectores de manera mucho más contundente.

A raíz de la imposibilidad de controlar esta variable, y muy a su pesar, el gobierno de Mauricio Macri extendió el plazo para la vigencia de los “precios cuidados” hasta el 6 de mayo. Esto incluye 566 productos que se venden en 2.500 puntos de venta en todo el país. Pero de todas maneras, estos ítems también registrarán un alza de 4,42% con respecto a septiembre pasado.

Pero esto no es todo, algunas importantes empresas seguirán aumentando sus precios. Tal es el caso de Molinos Cañuelas que incrementara el costo de la harina y el pan rallado en un 15%; Unilever que comercializa productos de limpieza e higiene personal un 10%; Papelera del Plata que produce entre otras cosas pañales y papel higienico un 7%; y fideos de diferentes marcas un 5%. Todos productos que dentro de los sectores populares son muy consumidos.

De esta manera la cifras de pobreza son cada vez más espeluznantes, y si bien el gobierno amplia los programas de empleo y la distribución de mercadería en los comedores, nada de esto da a abasto ni genera una solución de fondo y la gente sigue viviendo en la miseria y el hambre.