La situación para la clase trabajadora es cada vez más desfavorable. Ayer, jueves 30 de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer las nuevas cifras de pobreza e indigencia que representan al primer semestre de este año.

Estos datos revelan números alarmantes, el 40,6 por ciento de la población está por debajo de la línea de pobreza y dentro de ese conjunto hay un 10,7 por ciento que está por debajo de la línea de indigencia.

Con respecto a los datos de los últimos meses del 2020 hubo una mínima baja en la pobreza, donde se ubicaba en 42 por ciento, mientras que la indigencia tuvo una pequeña suba de 0,2 por ciento. Los números varían según la zona geográfica del país, siendo las provincias más golpeadas las del noroeste y noreste, mientras que, en el Gran Buenos Aires y la Patagonia la pobreza ha bajado.

Este informe también visibiliza que en Argentina más de la mitad de les niñez son pobres y que en les jóvenes, de 15 a 29 años, las cifras alcanzan al 48,5 por ciento.

Otro dato relevante del Indec muestra que el 50 por ciento de los sectores ocupados tiene un ingreso medio de 35 mil pesos por mes, casi la mitad de lo que está la canasta básica familiar, evaluada en 67 mil pesos.

Gabriel tiene 48 años, es de la ciudad de La Plata y vive en El Mercadito en la localidad de Tolosa, “en el barrio se ve la pobreza porque hay mucha gente cartoneando, reciclando cosas para vender. Con la reapertura de la construcción algunos vecinos consiguieron una changa, pero hay mucha gente juntando botellas, fierros. Lo vez en el depósito de reciclado que carga mucho más que en otros momentos. La pobreza fue aumentando, no bajo nunca en los barrios populares”.

Otro dato a tener en cuenta es que en los sectores más empobrecidos de la sociedad los ingresos se componen en un 66 por ciento de ayuda del Estado. “Muchas familias que cartonean reciben la Asignación Universal por Hijo”.

 “Los movimientos sociales también están presentes en los barrios y se ve como crece la cantidad de personas que asisten a los comedores. Muches vecines saben que a través del movimiento social pueden acceder a un puesto de trabajo a través del programa Potenciar Trabajo. En la necesidad se acerca la gente”, dijo el cooperativista que junto a otres compañeres impulsa la herrería Agustín Tosco.

“En los barrios se ven a los punteros políticos del mismo partido que está gobernando; y es el gobierno el que permite que aumente todo: la nafta, el servicio de internet, de televisión, de teléfono, los alimentos. Se reúnen los empresarios, los representantes sindicales y el gobierno y fijan un salario mínimo que está en los niveles de indigencia. ¿A quién representa esa gente? al pueblo no representan. Hay una inflación de 50 por ciento y dan un aumento miserable, siendo ellos los responsables de esta crisis”, afirmo el herrero y padre de tres jóvenes.

Los datos de la desocupación son de 9,6 por ciento que implica una baja respecto a meses anteriores, pero este número no se da por la creación de nuevos puestos de trabajo sino por la frustración y desaliento de las personas que buscaban empleo y ya no lo hacen y por las medidas restrictivas de la pandemia.

Otro dato relevante es que las mujeres perciben un promedio de ingresos de 36 mil pesos y los varones de 51 mil, esta brecha salarial genera una desigualdad de 30 por ciento menos en el colectivo mujer.

La situación económica la sufren todos los sectores de la clase trabajadora, pero sobre todo aquellas personas que perciben el salario mínimo vital y móvil que en la actualidad apenas se acerca a la línea de indigencia.