jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº2275
Frente de Organizaciones en Lucha » Comunicados » 23 jun 2021

Junio arde rojo

19 años, Darío y Maxi, multiplicamos su ejemplo

Este sábado 26 volvemos a las calles por justicia y memoria. Convocamos en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki a las 10 hs.


Este sábado 26 de junio volvemos a salir a las calles como hace 19 años para recordar a nuestros compañeros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, quienes fueron asesinados por la policía en el año 2002.

En aquel momento, a tan solo meses del estallido social del 2001 donde gran parte de la población había exigido “que se vayan todos”, la situación económica no había mejorado en absoluto. Los niveles de pobreza y desocupación habían llegado a niveles sin precedentes y el gobierno peronista de Eduardo Duhalde pretendía solucionar los reclamos con algunos planes sociales miserables y sobre todo con mucha represión.

A raíz de esto el movimiento piquetero impulsó un plan de lucha por aumento salarial, puestos de trabajo, alimentos, máquinas para producir y contra la represión policial. La movilización convocada por un marco amplio marco de organizaciones rodeó la Capital Federal con el objetivo de hacerse escuchar. Pero tanto Duhalde como Felipe Solá, quien entonces gobernaba la provincia de Buenos Aires y quien actualmente es ministro de Relaciones Exteriores, habían montado un operativo descomunal con la decisión de reprimir la protesta.

Ese día fue una verdadera cacería que se prolongó durante varias horas y que además del asesinato de nuestros compañeros, dejo un saldo de varios heridxs con balas de plomo y cientos de detenidxs. A su vez, los medios de comunicación quisieron montar una mentira escandalosa planteando que “lxs piqueterxs se mataron entre ellxs”, con el objetivo de cubrirles las espaldas a los dirigentes políticos que habían dado la orden y a quienes las había ejecutado: el ex comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta.

Gracias a los medios de comunicación alternativos se pudo saber la verdad y años después los dos policías fueron condenados. El asesinato de Darío y Maxi marcó a fuego al endeble gobierno de Duhalde, ya que luego de eso se multiplicaron las movilizaciones en reclamo de justicia. A pocos meses de este hecho, y sin poder superar la terrible crisis económica, política y social en que estaba sumido el país, Duhalde se vio obligado a convocar a nuevas elecciones.

Por eso hoy, tras más de una década, su lucha sigue viva en nostrxs. Quienes nos seguimos organizando desde abajo multiplicamos su ejemplo en cada espacio comunitario que construimos; en las cuadrillas de trabajo sin puntero y sin patrón; en las asambleas donde debatimos los planes de lucha por aumento salarial y más puestos de trabajo; en cada huerta que sembramos; en cada plato de comida que entregamos en los comedores y merenderos; en la solidaridad de clase que tejemos con otros sectores de trabajadorxs; en los acompañamientos a compañeres que se encuentran en una situación de violencia de género; en la lucha cotidiana, desde abajo y a la izquierda que construimos con esfuerzo y dedicación todos los días.

Darío y Maxi están presentes en cada joven que se interesa por el cambio social y por forjar un mundo nuevo donde no haya más explotación, ni ricos ni pobres. Hoy los movimientos sociales seguimos de pie y en un contexto que cada vez tiene rasgos más parecidos a los de la crisis del 2001-2002, continuamos cumpliendo un rol esencial en los barrios populares.

La pandemia del coronavirus nos volvió a poner en el centro de la escena ya que fue nuestro sector el que se organizó para dar respuestas a las urgencias y necesidades más inmediatas de las familias pobres. La comida, la asistencia a quienes estaban aisladxs, el acompañamiento en situaciones de violencia de género, la difusión de información segura para la vacunación, fueron algunas de las innumerables tareas que desarrollamos en este contexto. Todo este saldo organizativo y esta experiencia fue la que comenzaron a forjar nuestros compañeros Darío y Maxi, y es ese el legado que queremos y debemos seguir multiplicando.

A su vez, seguimos exigiendo justicia y cárcel común para Felipe Solá, Eduardo Duhalde, Aníbal Fernández y todos los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda que aún siguen impunes y desempeñándose en la política. ¡Los asesinos de ayer no pueden ser los salvadores de hoy!

 

 

¡No nos han derrotado!

¡Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, presentes! ¡Ahora y siempre!

¡Cárcel común para los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda!

¡Memoria, verdad y justicia!

¡Arriba lxs que luchan!

 

 

  

 

 

 

 

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