martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº2273
Frente de Organizaciones en Lucha » Trabajo » 4 ene 2021

Según el Indec

La desocupación alcanzó a más de 2 millones de personas

Son datos correspondientes al tercer trimestre del 2020. Las peores cifras se registran en las mujeres jóvenes.


 

Debido a la pandemia y a la crisis económica que se arrastraba desde hacía varios años, el 2020 estuvo marcado por la pérdida de puestos de trabajo y por la profundización de la precariedad laboral. Según el Indec, entre julio y septiembre el desempleo afectó a más de 2 millones de personas.

Si bien con la progresiva apertura de actividades hubo una leve mejoría con respecto a los primeros meses de la pandemia, ésta no alcanza para despejar las preocupaciones de gran parte de la población respecto a su futuro laboral y económico. Los índices son los más altos de los últimos 15 años.

Los sectores más afectados fueron las mujeres jóvenes que marcaron un 13,1% de desocupación con respecto al 10,6% en el caso de los varones. La cifra asciende al 23,1% para mujeres de 14 a 29 años, mientras que en los varones de la misma edad el índice es de 19,8%.

Por otro lado, el panorama se agrava si se tiene en cuenta que hay un 34,7% de personas que presenta diferentes problemas de empleo. Esto se debe a que dentro de las y los ocupados hay un amplio número que demanda más trabajo, esto se debe a que las condiciones precarias de gran parte de los empleos generan que la cantidad de horas trabajadas no sea suficiente para subsistir y que por lo tanto estas personas estarían dispuestas a ampliar su jornada.

Otro dato importante, es que muchos trabajadores y trabajadoras que perdieron sus puestos, tampoco salieron a buscar otro activamente debido a las restricciones de circulación que se establecieron por el coronavirus. Por lo tanto, el Indec no los contabiliza como desocupados. Esto significa que, si esas dos millones de personas que quedaron sin su fuente de ingresos hubieran tratado de restablecerse en el mercado laboral, la cifra trimestral de desocupación podría haber sido mucho más elevada.  

Para los sectores precarizados como vendedoras y vendedores ambulantes, changarines o beneficiarios de Potenciar Trabajo fue un año muy duro, ya que las posibilidades de complementar sus ingresos con otras actividades temporarias se vio ampliamente reducida por la pandemia. A su vez, el recorte del IFE significó una medida drástica que dejó a 9 millones de personas sin ningún tipo de cobertura económica.

 

 

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