Todos los días un caso diferente, una piba menos, un caso más, otro derecho vulnerado, otro cuerpo vulnerado.

Si no desapareces sin dejar rastros, apareces con marcas difíciles de borrar. No queremos más que las pibas carguen con el peso de sus abusadores.

Estamos hartas de enterarnos todos los días que violentan, abusan a otra compañera más. Ninguno es un caso aislado, es uno de otros miles con los mismos patrones, de este mundo patriarcal.

Estamos hartas de que no podamos caminar por el barrio, habitar nuestra vida sin miedo. Porque en la ruleta rusa de los abusos machistas en cualquier momento nos puede tocar a nosotras, a una hermana, o una compañera.

Denunciamos la responsabilidad del Estado porque no nos dan respuestas ni nos contienen en los peores momentos, y lo único que nos salva son las compañeras, las pibas, la organización!

Exigimos justicia inmediata para Ana.
Castigo efectivo a los culpables.

¡Seguimos gritando Aparición con vida de Roxana Villalba y justicia para las cientas de vecinas, niñas y jovenes violentadas!

NO ME CUIDA LA POLICIA, ME CUIDAN MIS COMPAÑERAS

ORGANIZACION Y SOLIDARIDAD FEMINISTA EN LOS BARRIOS

LO ESENCIAL ES INVISIBLE AL ESTADO