Este martes se conmemora un nuevo aniversario de la dictadura cívico-eclesiástica-militar de 1976, que llevó adelante un genocidio y fue la más sangrienta de la historia argentina.  Aquel 24 de marzo, las Fuerzas Armadas iniciaron el golpe de Estado mediante el arresto de la entonces presidenta Isabel Martínez de Perón, y continuaron con el dictamen de leyes supraconstitucionales y el nombramiento de tres militares para encabezar el Poder Ejecutivo.  Desde el retorno de la democracia, todos los años se recuerda a los 30.400 detenidxs y desaparecidxs.

Como parte del Plan Cóndor, una coordinadora represiva que permitió que se desarrollen dictaduras en otros países latinoamericanos como Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia, las Fuerzas Armadas se propusieron terminar con la “subversión” y es por ello que persiguieron a pensadores, estudiantes y trabajadores con ideología marxista o peronista, que luchaban para transformar la sociedad. En el mundo, el contexto de guerra fría entre la URSS y Estados Unidos, permitió que se orquestara este plan en donde se demostró que el imperialismo americano financió e influenció ideológicamente a los grupos militares.

El primer año fue donde se registró la mayor cantidad de víctimas. Según el periodista Rodolfo Walsh, que publicó la Carta Abierta a la Junta Militar y fue acribillado por ello, durante los primeros 365 días había 15.000 desaparecidxs, 10.000 presxs y 4.000 muertxs. “Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional”, atestiguaba el periodista.

Paralelamente, surgieron los organismos de derechos humanos quienes denunciaron la violencia sistemática de parte del gobierno y exigieron la aparición de todas las víctimas. Entre ellos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo quienes se dedicaron a la búsqueda incansable de sus hijos y nietos, bebés que fueron secuestrados por militares, y dieron hasta la fecha con el paradero de 130 personas que restituyeron su identidad. En los ’90 también nació H.I.J.O.S, agrupación conformada por hijos e hijas de desaparecidxs.

Durante los seis años bajo el régimen militar, fueron aproximadamente 30.400 personas detenidas – desaparecidas. Se hace hincapié en estas 400, ya que en la historia del Nunca Más fueron omitidos los gays, las lesbianas y travestis que fueron violadxs y asesinadxs justamente por formar parte de la resistencia de la diversidad sexual. Era política de los militares “terminar con teatros de revistas y con la homosexualidad” según rezaban sus panfletos, por lo que fue este uno de los grupos más perseguidos.

La marcha por el 24 de marzo es una de las que históricamente moviliza a más cantidad de personas, Si bien este año había sido convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVyJ) bajo las consignas “No damos vuelta la página” “Cárcel ya a todos los genocidas” “Fuera el FMI” “No al pago de la deuda” y “30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos presentes”, finalmente no podrá realizarse ya  que desde el gobierno tomaron la medida preventiva de dictar la cuarentena obligatoria para evitar el contagio de coronavirus.