martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº2273
Frente de Organizaciones en Lucha » Trabajo » 5 mar 2020

Si se podía evitar, no fue accidente

Segundo informe Anual de Asesinatos Laborales

La presentación será el viernes 6 de marzo, a las 18 hs en Avenida Belgrano 2527 Capital Federal.


Este viernes el espacio Basta de Asesinatos Laborales (BAL) presenta el segundo informe anual para visibilizar los múltiples casos de muertes o enfermedades laborales que sufren las y los trabajadores en Argentina. La convocatoria será a las 18 hs en Avenida Belgrano 2527, Caba.

BAL está integrado por trabajadores y trabajadoras de distintos sectores y familiares y colegas de las víctimas. Surge en el año 2017 luego de que en un mismo día fallecieran tres trabajadores: David Ramallo de la Línea 60, Richard Alcaráz en una obra en construcción, y Diego Soraire del INTA.

Según los datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, en Argentina muere un trabajador o trabajadora cada 21 horas, y estas cifras solo contemplan a los sectores registrados, por lo que aquellas personas que se encuentran precarizadas y en negro no existen en las estadísticas oficiales.

Gracias a la conformación del Observatorio de BAL, que contrasta las noticias que aparecen en los medios con denuncias hechas por compañeros y compañeras o familiares, se determinó que en el 2019 hubo 500 muertes, lo que representa un trabajador cada 14 hs. Esta situación se produce como consecuencia de la falta de inversión en mecanismos de prevención, seguridad y salud, y debido a los ritmos de trabajo acelerados que imponen las patronales para maximizar sus ganancias, y a la falta de capacitación adecuada.

Oscar Martínez, analista del Taller de Estudios Laborales y miembro de LAB, explicó que la construcción y el agro son un sector que registra muchas muertes laborales, y que a su vez son ramas con una fuerte tendencia a tener a sus trabajadores/as en negro. A su vez, a partir de la implementación de las ART no hay registros seguros acerca de las muertes o los problemas de salud generados por el trabajo, siendo que en el resto del mundo se sabe que el 60% de las muertes son por enfermedades y un 40% por “accidentes”.

Luis Franceschi, delegado de ATE INTA e integrante del espacio contra los asesinatos laborales, dijo que su objetivo es apoyar las luchas y acompañar a familiares; hacer talleres de formación para que los mismos trabajadores tomen en sus manos la problemática y sepan detectar cuando están siendo expuestos/as a condiciones inseguras de trabajo; y por otro lado visibilizar la problemática ya que se encuentra totalmente naturalizada y en los diarios aparecen como casos aislados o desgracias, ocultando que es algo que ocurre de manera sistemática y que si se podía evitar no es un accidente.

Para los sectores cooperativistas nucleados en los movimientos sociales es fundamental poder visibilizar este tipo de situaciones, debido a que en su caso los programas de empleo que brinda el Estado son ultra precarizantes y se encuentran con muchas dificultades para acceder a derechos laborales básicos como tener una obra social o un sueldo que al menos alcance la Canasta Básica Familiar.

La imposibilidad de llegar a fin de mes genera un desgaste y una explotación muy profunda de las y los trabajadores de este sector, que se traduce en todo tipo de enfermedades tanto psíquicas como físicas, y en la preocupación constante de ni siquiera poder llevar un plato a la mesa.

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