El Indec reveló el índice de inflación de junio, el cual bajó un 0,2% respecto al mes de mayo y quedó en 2,7%. Este nuevo porcentaje suma un 55,8% de inflación interanual y un 202,9% de inflación acumulada durante toda la gestión de Cambiemos. Para lograr esto desde el Ejecutivo anunciaron que no habrá un aumento en las tarifas de servicios hasta enero y además, firmaron un contrato con el FMI por US$3600 de dólar futuro para evitar una posible devaluación hasta el 24 de noviembre, fecha en que se disputaría el balotage.

En lo que va del año, el índice llegó al 22,4% y nuevamente uno de los rubros que registró mayores aumentos fue el de Alimentos y Bebidas. A pesar de que desde el gobierno “celebran” esta baja nominal, Argentina se encuentra en el podio de países con mayor inflación del mundo con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) sólo superado por Venezuela y Zimbabwe, según el relevamiento de Trading Economics.

En  tanto el FMI y las consultoras privadas estiman que la inflación cerrará en diciembre con un valor del 40%. Además de los alimentos, los rubros que más aumentaron en el último año, y seguirán haciéndolo, son Salud (61,9%), Transporte (63,9%) y Vivienda (55,6%). En comparación, en un mes en Argentina los precios crecen lo mismo que en todo un año en países limítrofes como Chile y Uruguay.

Un ajuste aún mayor se avecina para el año próximo en caso de que Cambiemos sea reelecto. No sólo por haber demostrado su incapacidad para gobernar, sino por la exuberante deuda contraída con el FMI que supone 100 años de endeudamiento, intereses exorbitantes, falta de soberanía económica y el pago de la misma con presupuesto que debería ser destinado en áreas como Salud, Educación o Desarrollo Social. Además de una profundización de la crisis económica, Mauricio Macri prometió avanzar sobre las reformas que no fueron aprobadas: tributaria, previsional y laboral.

Esta semana también se dio a conocer el informe de la UCA sobre ingresos familiares, indigencia y pobreza monetaria, los cuales revelaron que un 33,6% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, y por lo tanto supone 2,2 millones de pobres nuevos durante el último año. Además, sobre este dato se detalla que los más afectados han sido los niños, niñas y adolescentes ya que en los hogares de detectó una interrupción de la recomposición económica y la vulneración derechos sociales en al menos el 62% de ellos.

Mientras tanto, la campaña electoral consiste en lo mismo que en 2015: estrenar obras públicas como nuevos trechos de rutas, vagones de trenes reciclados y nuevos recorridos del Metrobus mientras se ignoran las problemáticas estructurales como la pobreza, la falta de infraestructura en las escuelas y hospitales, y el aumento del trabajo precario y mal pago. Todo esto bajo junto con la protección de los medios oficialistas que reciben más de 400 millones de pesos en pauta publicitaria por año.