El próximo martes 28 de mayo, en el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, se presentará por octava vez en el Congreso la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La iniciativa es impulsada una vez más por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Seguro, Legal y Gratuito, pero cuenta con el aval de las millones de personas que el año pasado se manifestaron a favor de este proyecto.

El nuevo proyecto tiene algunas modificaciones con respecto al presentado el año pasado. Una de ellas es la eliminación de la objeción de conciencia por la cual el personal médico podía oponerse a realizar la práctica según sus creencias. Otra de ellas es que la figura que ponía como causal la “malformación fetal” fue eliminada.

Algo novedoso es que estipula que debe haber asesorías que sean brindadas de manera obligatoria en todos los establecimientos, para que todas las personas con capacidad de gestar puedan acceder a información “objetiva, pertinente, precisa, confiable, accesible, científica, actualizada y laica” dice el texto.

Por otra parte incorpora artículos con respecto a la Ley de Educación Sexual Integral y derechos sexuales y reproductivos. A su vez, propone modificaciones al Código Penal para reafirmar la despenalización de quien se haga esta práctica, y penalizar a quien se niegue a realizarla o dilate los plazos de manera injustificada.

Un año electoral presenta distintas dificultades para quienes luchan por la aprobación de la ley. Las distintas alianzas electorales tendrán que expresarse al respecto ya que es un tema candente, pero también harán lo posible para que este debate les sume votos y no les reste, y en ese sentido se irán acomodando y tratando de conformar a los distintos sectores.

Tal fue la postura del candidato Alberto Fernández, quien dijo que “no hay necesidad de avanzar tan rápidamente con la legalización del aborto” ya que es un tema que “divide a los argentinos” y focalizó en despenalizar la práctica, lo cual implica no perseguir a las personas que interrumpen su embarazo, pero no plantea que sea un derecho que deba garantizar el Estado.

“Vamos a tener que poner mucha fuerza en las calles, porque sabemos que es ahí donde conseguimos todas nuestras conquistas y no en el terreno electoral” afirmo Ailin del Frente de Organizaciones en Lucha, que estará participando mañana en la convocatoria en el Congreso.

Su compañera Solana agregó que “entendemos que muchas de las fuerzas que el año pasado estaban en la calle con nosotras este año se bajaron por alianzas electorales. De todas maneras, la masividad del reclamo en la calle durante el año pasado no lo garantizaron las organizaciones, sino el movimiento masivo que sigue estando convencido de que estas conquistas se dan con la lucha en la calle”.

Ambas militan en un movimiento social que se desarrolla en los barrios más pobres del país y coincidieron en afirmar que el debate del año pasado las interpelo directamente. “Permitió sacar el debate de la clandestinidad. Que el aborto aparezca dentro de los temarios de las asambleas y que muchas compañeras trasciendan su experiencia y su opinión personal para visualizar que es una realidad en nuestros barrios” contó Solana.

Ailin agregó que “muchas compañeras pudieron romper con los mandatos de la iglesia en relación al aborto, visualizando que es un problema colectivo y que nuestros posicionamientos individuales no pueden ser una traba, ya que siguen falleciendo compañeras”.

De esta manera ambas remarcaron que “el Estado abandona a nuestras compañeras, pero nosotras no. Vamos a seguir fortaleciendo nuestro vínculo con las consejerías, con las profesionales que si acompañan, y apuntando a que crezca la conciencia de las compañeras en términos de autonomía para poder decidir sobre sus propios cuerpos”.