“Historias del Bachi” es un corto documental ficcionalizado que tiene a sus realizadoras y realizadores como productores y protagonistas. Cuenta historias de vida cotidiana, historias de personas que trabajan, que tienen sus problemas, que se las rebuscan e ingenian para sobrevivir en un mundo complejo y que al final del día, lo que tienen en común, es encontrarse en el Bachillerato Popular El Galpón Cultural para terminar sus estudios secundarios. El relato fue construido por las y los estudiantes de dicho espacio en el marco del Taller Audiovisual de Claypole (TAC) y fue presentado en el Festival Inter-Barrial Audiovisual (Fivab) impulsado por la Universidad Nacional de Lanús.

El guion comenzó a realizarse en el 2022 en el marco del Taller Audiovisual de Claypole, una de las áreas curriculares del Bachillerato Popular El Galpón Cultural. El corto recibió un premio del Fondo Municipal de las Artes de Almirante Brown que les permitió contar con recursos para poder grabarlo y este año lograron terminarlo y presentarlo al público.

El TAC surge en el año 2016 como un taller de fotografía y de realización audiovisual para las y los estudiantes del Bachi. La idea es brindar herramientas para trabajar en torno al cine comunitario, para que puedan contar sus propias historias, aprender a usar una cámara, grabar sonido, fotografiar, utilizar luces, es decir aprender cuestiones básicas del lenguaje audiovisual. El TAC es además parte de la Red Argentina de Cine Comunitario (RACC) que nuclea a distintos colectivos y personas que se encontraban haciendo experiencias similares en torno al cine en distintos espacios tales como clubes, sociedades de fomento, espacios culturales, bachilleratos populares.

Juan, uno de los talleristas del espacio remarca que las producciones del TAC son hechas por las y los propios estudiantes que jamás pensaron en hacer cine y que de a poco comienzan a descubrir un mundo nuevo: tienen que actuar, armar un guion, ponerse de acuerdo en qué historia quieren contar y cómo, y que eso es un aprendizaje muy valioso. “Siempre lo que hacemos tiene algún trasfondo de denuncia social o de tratar de contar lo que pasa en el barrio, las distintas realidades. Vamos aprendiendo sobre la marcha” agrega.

Algunos años participaron del espacio de Jóvenes y Memoria que pertenece a la Comisión Provincial por la Memoria. Este encuentro además de ser una experiencia muy enriquecedora, funcionaba como un ordenador del trabajo, ya que significaba presentar un proyecto anual, desarrollarlo, armar un plan, presentarlo primero en el Bachillerato y luego viajar a Chapadmalal y mostrárselo a cientos de pibes y pibas de toda la provincia de Buenos Aires. “Eso estaba alucinante porque por ahí lo presentábamos ante 500 personas en un auditorio re zarpado” asegura Juan.

En esa misma línea, el Fivab también es un evento importante desde el cual dar a conocer lo que hacen y vincularse con otros colectivos. Dicho espacio está planteado como un festival no competitivo que recibe producciones de barrios populares de Latinoamérica y el Caribe, donde se da una amalgama de distintas experiencias, desde personas que se dedican profesionalmente al cine hasta grupos como el de las y los estudiantes del Bachi que están haciendo sus primeras herramientas en este lenguaje. Este es uno de los puntos enriquecedores, ya que allí confluyen relatos de distintas realidades culturales, sociales, políticas y económicas contadas desde los barrios.

Desde hace algunos años el Fivab impulsa que distintos espacios, como clubes o centros culturales, funcionen como sedes del festival y puedan transmitir las producciones seleccionadas. Por eso, este año además de presentar el corto, el Galpón Cultural de Claypole fue una de las sedes donde se transmitieron alrededor de nueve audiovisuales de distintos autores y autoras. Esta también fue una experiencia muy interesante para el Galpón y para las y los estudiantes del Bachi, ya que se acercó gente del barrio y esto habilitó un mayor intercambio y conocimiento de lo trabajado a lo largo del año y de lo que sucede en otras partes del país y de Latinoamérica.

Para este año, el TAC se propuso comenzar a realizar un audiovisual en torno a la vida de Norberto Salto, un compañero que estuvo en la fundación del Galpón en los años ’90. Norber era un chico de 12 años que de a poco se fue haciendo militante y participó de la toma de tierras donde hoy se encuentra el Galpón; “En el 2005 consiguió una changa en albañilería y murió electrocutado, en pésimas condiciones, en negro, sin ningún tipo de seguridad. Este lugar en realidad se llama galpón Norberto salto, pero con el paso del tiempo la mayoría de la gente que viene acá no sabe quién fue Norber y cómo fue su historia, entonces estamos investigando sobre su vida y entrevistando gente que lo conoció para hacer una ficción” cuenta Juan, y agrega que la idea es “contar la historia de este lugar y de alguna manera también contar la historia de los movimientos piqueteros”.

Por estos días ya se encuentra abierta la inscripción 2025 para terminar los estudios secundarios en el Bachillerato Popular El Galpón Cultural y con esto también el TAC abre sus puertas a toda la comunidad y a las y los nuevos estudiantes del próximo año.