Salud
"Todo dengue es político: ¿se pueden combatir problemas estructurales con acciones individuales?"
Compañerxs del FOL regional Tucumán, La Plata y Santiago del Estero comentan la situación de colapso del sistema de salud frente a la epidemia de dengue. La importancia de la unidad entre lxs profesionales de la salud y la población en general para que el gobierno escuche un reclamo que viene de hace mucho, pero que se agrava ante la situación de crisis actual y ante la emergencia.
¿Se puede prevenir la epidemia de dengue que está avanzando en distintas provincias? ¿Las personas que viven en barrios sin cloaca, con basurales, sin agua potable, en condiciones de pobreza pueden combatir esta enfermedad? ¿Las campañas de prevención del ministerio de salud alcanzan cuando avanza el desfinanciamiento de la salud pública y avanzan proyectos extractivos que dañan la salud y el medioambiente?
La epidemia de dengue es la transmisión del virus por mosquitos Aedes aegypti, como agravante de la situación, esta especie transmite también los virus del Zika y chikungunya. El Ministerio de Salud adoptó una política de prevención basada en fomentar la responsabilidad individual para lograr la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Es decir, que el Estado apunta a acabar con la epidemia sólo mediante acciones individuales. Ante un escenario donde los territorios están cada vez más intervenidos por el modelo capitalista, y atravesados por las consecuencias del extractivismo, cabe preguntarse si esta política de prevención es suficiente.
Todo dengue es político
“¿Se puede combatir el dengue con un sistema de salud y educación ajustados a medida de las condiciones que pone el FMI?” se pregunta Ramiro, trabajador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Forma parte del FOL La Plata, una ciudad donde hay 15 casos confirmados de dengue y la mitad son autóctonos. “Es una crónica de un dengue anunciado” afirma dado que las políticas públicas no dimensionan que no alcanza con las campañas del Ministerio de Salud que apuntan a una resolución individual.
En este sentido, plantea la necesidad de “pensar la salud como un concepto integral”, porque cuidar de la salud de la población no solo implicaría para el Estado hacer énfasis en el vaciado de recipientes en los patios de las casas. Son los sectores populares quienes se encuentran más vulnerables a padecer las consecuencias de las epidemias como el dengue.
Además de la urbanización no planificada, el deterioro de los programas de salud pública y saneamiento está íntimamente ligado a la propagación de la enfermedad. En Tucumán lxs trabajadorxs de salud realizaron una movilización a la plaza principal de la capital porque plantean que los sueldos están muy por debajo de la línea de pobreza mientras la epidemia de dengue está colapsando los hospitales y Centros de atención primaria de salud (CAPS).
Integrantes del FOL Tucumán adelantaron que están pensando en medidas para apoyar el reclamo: “la propuesta es hacer ollas en las afueras de los hospitales que están sobrepasados de gente, con el mensaje de apoyo a los médicos y trabajadores de la salud y también a la población que está muriendo por esta epidemia porque el gobierno dejó que llegue a estos números altísimos”. La unidad entre lxs profesionales de la salud y la población en general es fundamental para que el gobierno escuche un reclamo que viene de hace mucho, pero que se agrava ante la situación de crisis actual y ante la emergencia.
En Salta, ante el aumento de casos de dengue, FOL presentó un petitorio al Ministerio de Desarrollo Social para que atiendan la emergencia sanitaria. Hoy realizan un plan de lucha por la falta de respuesta y el colapso de los hospitales.
Santiago del Estero es otra de las provincias del norte del país que sufre la emergencia por la propagación del dengue. Laura forma parte del FOL y se crió y vive en San Pedro, un pueblo que queda a 3km de Bobadal. Esta semana desde esta localidad donde funciona el centro comunitario del FOL, que alimenta cada vez a más familias que no tienen recursos, comenzaron a realizar charlas de concientización sobre el dengue en conjunto con trabajadorxs del hospital.
“Sufrimos una situación de abandono por parte del municipio y el gobierno provincial y nacional, en el departamento Bobadal: no nos dan con qué prevenir, veo en otras provincias brindan el repelente, ayudan con la fumigación, acá vivimos en el campo, hay zonas despobladas donde no se desmaleza, hay gente que vive en la indigencia y el gobierno no se hace cargo” dice Laura. “No se gestiona nada, los caminos son de tierra y cuando llueve no se puede trabajar, 3 km de piedra, agua, para llegar de San Pedro a Bobadal” explica.
Las condiciones para la propagación de pandemias como el coronavirus y epidemias como el dengue demuestran el desfinanciamiento que sufre la salud pública. El caso de Santiago del Estero es un ejemplo: “Faltan muchos recursos, yo nací y me crié aquí y el hospital sigue siendo lo mismo, por más que lo ampliaron no hay para hacer un análisis, no tenemos pediatra, no hay para hacer ecografía, o estudios complejos, pero tendría que tener porque no es una salita, es un hospital”.
En paralelo, Santiago del Estero ha sufrido durante años, y sigue, el desmonte que afecta y agrava directamente la situación. “Acá en San Pedro había monte, hace 10 años los propietarios vendieron y vinieron para hacer finca, y se hizo campo, se siembra maíz, soja, que favorece al empresario pero a nosotrxs nos perjudica, nos quita la naturaleza, los animales, el oxígeno, y se generan más inundaciones porque no tenemos plantas”.
Por supuesto la situación de crisis de la salud no afecta a los empresarios, sino que afecta directamente a las familias empobrecidas. “Como el hospital distrital de Bobadal no hace estudios, ni ecografías hay que ir al hospital de Tucumán. El pasaje está $1300 de ida y $1300 de vuelta. De ahí ver cómo te manejás” describe Laura y concluye: “hay que hacer visible lo que pasa en tema salud, acá estamos abandonados por el gobierno”.
Del extractivismo a las epidemias y pandemias
La emergencia climática y ecológica se ve reflejada en incendios, inundaciones, megaminería, pueblos fumigados, ríos cercados y envenenados, empresas que avanzan y destruyen territorios, una justicia ciega que deja que las empresas se enriquezcan en la impunidad.
“Históricamente, la explotación de los bienes comunes se asienta en una concepción utilitarista que concibe a la naturaleza como una fuente proveedora de materias primas, fomentando el saqueo, la privatización y contaminación de tierras comunales y recursos hídricos. El desarrollo de la industria extractiva afecta de manera directa o colateral a la salud y a las actividades cotidianas, degradando la calidad de vida de las comunidades” expresan los apuntes del taller "Introducción al análisis de los procesos de salud en contextos de extractivismos” dictado por el Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, durante la pandemia del coronavirus en 2020.
El dengue es una enfermedad cuya transmisión ocurre principalmente en climas tropicales e intertropicales. La aparición del dengue en Argentina hace más de diez años es parte del impacto del extractivismo en nuestros cuerpos y en la salud de las comunidades.
Así lo demuestra un estudio del CONICET: "En las últimas décadas, se ha expandido hacia regiones subtropicales y templadas (con estaciones marcadas); debido a los cambios climáticos, la rápida urbanización no planificada, el aumento del movimiento humano y los cambios en el uso de la tierra".
Según el Boletín Epidemiológico Nacional se notificaron 41 mil casos y 39 muertes en las últimas semanas y las provincias más afectadas son Jujuy, Tucumán, Salta y Santa Fe
La preocupación de la provincia chaqueña es que se registran 3 serotipos de dengue en circulación y si una persona que ya tuvo un tipo de dengue se vuelve a infectar con otro serotipo se puede desarrollar una enfermedad grave y en algunas circunstancias producir la muerte por dengue hemorrágico. Cabe remarcar que 14 personas murieron debido a la gravedad de la enfermedad, y que hay una vacuna que fue aprobada en Argentina y otros países del mundo, pero aún no se implementa en nuestro territorio.