historial de resistencia
Mantener viva la memoria a 50 años del Mendozazo
Un día como hoy, aunque cincuenta años atrás, en nuestra provincia ocurría un hecho histórico que protagonizó el pueblo. Ese momento, pasó a la historia como el “Mendozazo”. Se trató de una potente movilización social que tuvo como detonante un tarifazo del 300% en la luz, anunciado por el gobierno de facto nacional. Las Uniones Vecinales fueron clave en la organización de esas protestas y también los comités departamentales “No Pague la Luz”. Pero… ¿Fue una movilización espontánea? ¿Había antecedentes de lucha y organización? ¿El reclamo era únicamente por el aumento de la luz?
FOL Mendoza
Un día como hoy, aunque cincuenta años atrás, en nuestra provincia ocurría un hecho histórico que protagonizó el pueblo. Ese momento, pasó a la historia como el “Mendozazo”. Se trató de una potente movilización social que tuvo como detonante un tarifazo del 300% en la luz, anunciado por el gobierno de facto nacional. Las Uniones Vecinales fueron clave en la organización de esas protestas y también los comités departamentales “No Pague la Luz”. Pero… ¿Fue una movilización espontánea? ¿Había antecedentes de lucha y organización? ¿El reclamo era únicamente por el aumento de la luz?
Para pensar esas preguntas, primero es necesario ubicarnos en contexto. En 1972 en Argentina y Mendoza, los gobiernos eran de “facto”. Es decir, el gobierno estaba intervenido militarmente, un montón de libertades democráticas estaban prohibidas y había una violación sistemática a los derechos humanos. El dictador Alejandro Agustín Lanusse, fue quien encabezó ese gobierno en la Nación. Mientras que, en nuestra provincia, fue Francisco Gabrielli -integrante del Partido Demócrata-.
Ahora bien, es importante resaltar que, en ese mismo contexto, desde el otro lado ocurrían movimientos políticos muy interesantes. Sin irnos muy lejos, en América Latina, la revolución cubana inspiró formas de organización anticapitalistas y antiimperalistas. En nuestro país y provincia, eso se manifestaba en el aumento de sindicatos de trabajadores y trabajadoras combatives, en el auge del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, en el fortalecimiento de la construcción territorial, en la organización de centros de estudiantes comprometidos socialmente, en el crecimiento de organizaciones políticas revolucionarias, etc.
Para ilustrar, encontramos el caso de los barrios San Martín, Virgen del Valle y Flores. Si bien las historias no son idénticas, sí comparten un historial de lucha, resistencia y victorias populares. A través de distintas formas de organización, hicieron frente a las constantes amenazas de desalojo y desamparo del Estado y se movilizaron ante gobiernos dictatoriales reclamando viviendas dignas.
Todo ese tejido de organización, nos ayuda a comprender el carácter radicalizado que tuvieron las manifestaciones del 4 y 5 de abril. Había una convicción grande que las cosas -tal y como estaban- podían cambiar radicalmente.
Otro elemento a destacar de esas jornadas, fue la respuesta popular ante la violencia policial. Recordemos que las maestras fueron reprimidas por camiones hidrantes en la sede del Magisterio. Al mismo tiempo, las personas en Casa de Gobierno fueron dispersadas con enormes cantidades de gases lacrimógenos. No obstante, el pueblo con sus propias herramientas, respondió. Camiones blindados de la policía fueron tomados por les manifestantes, patrulleros y jeeps fueron prendidos fuego, los vidrios de la Casa de Gobierno fueron estrellados. La bronca y el hartazgo por tantas injusticias, era muy grande.
El saldo de estas jornadas fueron muchas. El 4 de abril, Francisco Gabrielli renunció al gobierno provincial. Después del 4 y 5, el conflicto se trasladó a los barrios de Mendoza. Allí la organización fue muy fuerte y decidida. Por ejemplo, a través de asambleas se organizaron para garantizar la protección y el autocuidado ante la violencia policial. Por último, el 7 de abril se anunció la suspensión del cobro de la luz.
Para finalizar, creemos que hacer un brevísimo repaso de lo que fueron aquellos días y qué venía ocurriendo, nos ayuda a pensarnos en el presente. Frente al imaginario de una Mendoza “siestera”, en la que nunca pasa nada, traer a la memoria estos hechos resulta fundamental. Incluso, el antecedente al Mendozazo fue una masiva movilización convocada un domingo 2 de abril a las 10 de la mañana. Esto nos da la pauta que en nuestra provincia había -y hay- un historial interesante de resistencia, organización y lucha. Por ese mismo camino, continuamos construyendo hoy.