Chubut desde hace varias semanas está movilizada por diversos sectores, como educación, salud, judiciales y viales. Paros, piquetes y marchas de las y los trabajadores ya es paisaje habitual y sin embargo los medios masivos no se hacen eco de estos conflictos.

Los gremios estatales durante enero realizaron protesta por las demoras en el pago de haberes así como del medio aguinaldo de diciembre, retroactivos y cláusula gatillo.

Puerto Madryn, Trelew, Rawson, Esquel, Comodoro Rivadavia, son las ciudades donde se concentran las mayores manifestaciones. El gobernador, Mariano Arcioni, quiere implementar la reestructuración definitiva del Estado, que incluye medidas como jubilaciones inmediatas, el sistema de rangos del pago salarial y achique de la estructura del gobierno.  

Walter, militante del FOL en Trelew, describe la situación de la provincia patagónica. “Hay cortes de ruta, paros por tiempo indeterminado que se renuevan todas las semanas en el caso de los docentes, que reclaman el pago de los salarios de enero y febrero, además de apertura de las paritarias para este año.”

A principio de marzo, José María Grazzini, ministro de Gobierno y Justicia, había afirmado que la provincia estaba quebrada. “El propio ministro de gobierno admitió que no hay plata y que no hay salida”, continua Walter.

El panorama tiende a un horizonte oscuro, por la caída del precio del petróleo. Describe Walter, “bajó el precio del barril de petróleo a la mitad y encima la provincia es petrolera, con lo cual las regalías van a disminuir, porque se basa en el precio del barril a nivel internacional entonces, la situación parece que va a seguir empeorando”.

Chubut es la única provincia exportadora de petróleo del país. Con la baja del precio, puede haber déficit provincial porque aporta, regalías mediante, el 20% de los ingresos totales. En concepto de regalías hidrocarburíferas por mes ingresan a la provincia mil millones de pesos, que fueron puestos en garantía de los distintos endeudamientos que fue tomando el Estado provincial.

Para cerrar el cuadro, con la creciente pandemia de coronavirus, Walter comenta que “es alarmante la situación de falta de insumos en los hospitales, a pacientes crónicos con medicación, les mandan a comprarlo particular. Con esto del coronavirus los eventos se han suspendido como en todo el país, pero la salud pública está en franco deterioro.”

Las y los trabajadores de la salud, mucho antes que se expanda el coronavirus, reclamaron que el gobierno ponga en marcha “comités de crisis” para reforzar la atención en unidades sanitaras. Venían realizando medidas de fuerza debido a los salarios adeudados y pedidos de las cláusulas gatillo adeudadas de mayo y junio,  que incluso llevó a un grupo de trabajadoras a ejecutar una huelga seca frente al Ministerio de Salud. Además del reclamo salarial, exigen mayor equipamiento e infraestructura para los hospitales.

“Todo indica que el único camino a seguir es la lucha y la unidad de la clase trabajadora. Ya la provincia ha dado ejemplos de confrontación al capitalismo, como contra la megaminería. Nos queda un largo recorrido pero lo forjaremos en las calles con otros sectores que dan pelea”, concluye Walter.