Miraflores es una ciudad ubicada en el departamento General Güemes en Chaco, a 331 Km de Resistencia, la capital provincial. Hace poco más de un año, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) comenzó a realizar actividades comunitarias con vecinas y vecinos que se sumaron a la propuesta. Mediante asambleas pudieron establecer colectivamente las prioridades de la comunidad y salir a luchar para obtener mejoras en sus vidas.

Una de las personas que se sumó es Araceli, hoy delegada del FOL, junto con otras vecinas. Ella nos relata cómo es vivir en Miraflores.

“La situación acá para las familias es negativa en perspectivas de futuro, porque no hay salidas laborales. Tenés que irte del pueblo para conseguir trabajos. Son muy pocos los trabajos que salen acá.

En tema salud es lamentable, porque no hay recursos. Son muy escasos los medicamentos que manda el gobierno, la mayoría de las cosas tenemos que comprar. No hay atención, por el hecho de que no hay materiales, ni médicos.

Resistencia nos queda a 5 horas de viaje, es bastante retirado.

En cuanto al tema vivienda este año no hay novedades. Lo que pasa es que acá en la municipalidad arrasó el radicalismo y vemos que va a ser  muy difícil conseguir las cosas ya que en la provincia ganó el peronismo y esas disputas perjudican a la población.

El motivo por el que estuvimos saliendo el miércoles a marchar al municipio de Miraflores fue porque no teníamos respuesta. La semana pasada fuimos varios compañeros, incluso vinieron del FOL de Castelli a acompañarnos. Las respuestas que esperábamos eran en torno al terreno donde estamos construyendo, que nos notifiquen en nombre de la organización, porque hace un año iniciamos las gestiones y  no tenemos ninguna solución sobre ese tema

Otro punto que llevamos como reclamo es que necesitamos un tanque para depositar el agua y así seguir construyendo en el barrio Alianza, lote 93. Nos dijo el intendente, Jorge Frank, que eso nos va tratar de solucionar con suerte hoy. Nosotros queremos el compromiso de la municipalidad, que nos ayuden y sean más concretos.

Después, en el merendero nos falta leche, azúcar, otros insumos en el mes. Por lo menos dos semanas al  mes no tenemos nada, y eso obliga a suspender esa actividad comunitaria con lo cual los chicos no van por un tiempo. La suspensión  discontinua nuestro trabajo y hace perder la regularidad de participación de los chicos. Por eso le exigimos al intendente mercadería necesaria para llevar adelante esta tarea.

También estamos empezando una huerta, pero necesitamos conexión de agua. Si conseguimos el tanque, queremos implementar con fuerza sembrar y cosechar nuestros propios alimentos."