miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº2274
Frente de Organizaciones en Lucha » Género » 28 jun 2019

Para cambiarlo todo

A 50 años de Stonewall: la comunidad LGTTBI interpela al movimiento piquetero

Militantes del FOL hablan a partir de su experiencia sobre los puntos en común y los aportes que podrían potenciarse en ámbitos de militancia tan diferentes.


La noche del 28 de junio de 1969, doscientas gays, lesbianas, trans, travestis y drag queens se opusieron a la violencia policial que sufrían todas las noches en el bar Stonewall, donde eran regenteadxs y arrestadxs sólo por la manera en que vestían o por besarse con personas de su mismo sexo. Esta revuelta, que duró toda una noche y terminó con cientos de personas heridas y encarceladas, marcó un antes y un después en la pelea por los derechos de la comunidad LGBTTTIQ.
En Estados Unidos era considerado un delito ser homosexual, sin embargo comenzaban a surgir pequeños grupos que abogaban por sus derechos, junto con las feministas y los reclamos de la comunidad negra. Además de estar prohibido, era considerado una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud, de hecho lo fue hasta los ’90, y existían profesionales de la salud dedicados a corregir lo que entonces llamaban “desviaciones” en centros psiquiátricos con métodos realmente crueles.
El día siguiente a la revuelta, la voz se corrió y fueron aún más las personas que se reunieron en el bar con carteles y panfletos en contra de la persecución policial. Esa noche, la conflictividad fue mayor y los policías fueron apedreados. La noticia se corrió en los medios, donde la comunidad comenzó a exigir que se respeten sus derechos y comenzar a ser tratadxs de manera digna. Finalmente, un año más tarde, se llevó a cabo la primera marcha del orgullo gay en donde asistieron más de 400 personas.
A pesar de que en varias partes del mundo se realizaron avances en cuanto a la legislación que contempla los derechos de la comunidad, hoy en Argentina, hace pocas horas, se dio a conocer la nefasta sentencia hacia Mariana Gómez, condenada a un año de prisión por besar a su esposa Rocío. En el marco del aniversario de Stonewall este hecho es una provocación más y un avasallamiento a los derechos conquistados por años de lucha de la comunidad LGTTBI.
En este contexto, militantes del FOL y de Trans Tortas de Barrio FOL reflexionaron sobre la importancia de llevar como bandera la lucha por los derechos LGBTTTIQ dentro del movimiento piquetero donde militan. Mariano es varón trans, y cree que las leyes de Matrimonio igualitario e Identidad de Género fueron un gran avance para librarse del miedo a salir a las calles y expresarse de la manera en que quisieran, además de tener garantías legales para que se cumplan sus derechos. “El alivio de ser quien realmente somos es un avance que no creo que se pueda superar”, afirmó.
Sin embargo, Mariano reconoce que son muchos los caminos que quedan por desandar para poder visibilizar la lucha hacia adentro de las organizaciones políticas y sociales. Dentro de los movimientos, destaca la falta de herramientas para contener a las disidencias que sufren discriminación, falta de trabajo o precarización, persecución y violencia sistemática. “No porque seas pobre dejas de ser trans, no por que seas pobre dejas de ser migrante, dejas de ser gay, dejas de ser lesbiana, somos trabajadores precarizados. Yo creo que si la comunidad se sintiera más abrazada por el movimiento piquetero habría muchas más compañeras, compañeres que se sientan cómodos en venir y contar lo que les sucede, y nosotros poder contenerlos a ellos”, aseguró.
“Como parte de la comunidad y del movimiento piquetero somos la parte de la sociedad más marginada, yo creo que podríamos unirnos y ser más en las calles, que es lo que necesitamos“, comentó sobre la necesidad de aunar fuerzas entre ambos movimientos. Las personas trans son quienes más sufren la falta de trabajo y la persecución. En el mundo se registran alrededor de 369 muertes anuales.
Damaris es lesbiana militante de Trans Tortas de Barrio FOL, quien reconoce que en estos últimos años ha habido importantes victorias para la comunidad. “Logramos la liberación de Higui, presa por defenderse, y el movimiento sigue latente porque sabemos que todavía nos falta la absolución. Además se consiguió que el asesinato de Diana Sacayán sea considerado un travesticidio, el primer caso de la historia. También hemos acompañado firmemente la lucha por el aborto legal”, confirmó. 
Al igual que Mariano, reconoce que el nivel de exclusión en la sociedad sigue siendo alto, sobre todo en un contexto político en donde los gobiernos latinoamericanos están virando a la derecha. Por ejemplo, Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil siendo abiertamente homofóbico, y en Argentina hoy se llevó a cabo la condena a Mariana Gómez. “Ahí nos damos cuenta que las leyes no alcanzan para conseguir la igualdad”, aseveró Damaris.
“Discutir la libertad de los cuerpos y las elecciones, salir de los estereotipos binarios de hombre y mujer, irremediablemente te obliga a abrir la cabeza y replantearte no sólo el sistema heteropatriarcal, sino también al sistema capitalista que nos quiere a las disidencias ocultas y avergonzadas”, fundamentó sobre la importancia de abrir el debate en las organizaciones piqueteras y continuar la lucha en las calles para hacer efectivamente posible que se garanticen los derechos, sin atropellos de parte de las distintas instituciones.
Tanto Mariano como Damaris, coincidieron en la importancia de consolidar esta lucha que está siendo invisibilizada por las políticas neoliberales que empobrecen a la clase trabajadora, y que establecen como urgente ponerle fin al ajuste. Damaris cree que “La comunidad LGBTTIQ viene a poner todo de cabeza, a discutir todo. Por eso se enfrenta a tantas resistencias y por eso también es un movimiento de lucha con tanto potencial”.

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