Los datos de pobreza que se dieron a conocer ayer causaron gran alarma. Pese a esto el gobierno nacional ratificó el rumbo de su modelo económico y para abril se esperan nuevos aumentos en combustibles, transporte y gas. Consultoras privadas ya estiman una inflación del 40% para el 2019.

La realidad y las medidas que lleva adelante el gobierno contradicen de manera rotunda las afirmaciones realizadas ayer por la ministra Carolina Stanley, respecto a que “trabajan todos los días para revertir esta situación”. Por el contrario, Cambiemos prevé que para el primero de abril entre en vigencia un incremento en el gas, para el cual se tomará como referencia el valor del dólar para la venta de los primeros 15 días de Marzo.

Por su parte, el subte pasará a estar 19 pesos en el mes próximo, mientras que en mayo alcanzará los 21 pesos. En el caso de los combustibles subirán un 2,8% por un impuesto que aplica el gobierno, y se espera que a eso se le sume el alza que realicen las petroleras por actualización de precios. Esto impacta directamente sobre otros productos básicos como los alimentos, ya que debido al encarecimiento de los traslados los supermercados luego remarcan aún más los precios.

Claramente esto no colabora con mejorar la situación de millones de familias que hoy viven en la pobreza y en la indigencia. Por el contrario, el gobierno apunta a reducir subsidios a las empresas para alcanzar la meta de déficit cero que impone el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Frente a esto, desde algunos sectores reclaman que para abordar la crisis que vive gran parte de la población, debería reducirse el IVA que hoy en día está en 21% y se le aplica a cualquier bien de consumo, es decir desde un paquete de fideos hasta un televisor nuevo.

Este impuesto es totalmente regresivo, ya que lo pagan por igual ricos y pobres cuando compran cualquier cosa en el supermercado o en el almacén, con la diferencia de que para una familia pobre el impacto es muchísimo mayor. Pero hasta el momento el gobierno no ha dado un paso ni siquiera en reducir el IVA en productos de la Canasta Básica Alimentaria.

El programa precios cuidados tampoco funciona de manera correcta ni da abasto. Esto se debe a que a las empresas no les conviene vender sus segundas marcas, ya que son productos de menor valor. Tal es el caso de la leche, donde por ejemplo la serenísima debería poner a disposición en las góndolas su leche la Armonía, pero no lo hace porque pierden ganancias. Respecto a esto, el gobierno no ejerce ningún tipo de control o sanción.

Los datos de pobreza entonces no parecen tener una mejor perspectiva para lo que queda del año, y según los últimos datos del propio Indec la economía cayó un 5,7% en enero en comparación con el mismo mes del año anterior.