Somos una cooperativa de trabajo independiente dentro de una organización social que llevamos 12 años haciendo productos gráficos. Tenemos derecho como cualquier otra cooperativa a que el Estado compre nuestros productos y los reparta. Ahora con motivo de los reyes magos uno de los lugares de reparto fue Entre Ríos, según esto, allí una persona abre las bolsas de juguetes llamándole la atención nuestro producto En la Punta de la Lengua Versión Difícil, selecciona cartas y toma fotos para enviárselas a Agustín Laje donde hace un relato en una publicación para denostar nuestro trabajo y nuestro juego.
Específicamente En la punta de la Lengua como dice la caja, es para mayores de 13 años, donde aparecen diferentes conceptos o hechos históricos y se enriquece con cada persona ya que lo va a hacer de manera diferente y no damos nuestra definición, sólo nos hemos permitido poner 5 palabras que no se pueden decir, justamente hemos elegido hechos que creemos pueden ser trabajados de manera crítica a partir de esa edad.
Pero nuestros productos son para todas las edades y tenemos juegos para niñxs como el Adiviná qué tengo… donde las palabras – imágenes son más simples con el objetivo de incentivar a la imaginación y creatividades de lxs niñxs. Quien juegue puede darse cuenta que no intentamos adoctrinar, no prometemos verdades fijas ni mucho menos reveladas, todo lo contrario, proponemos sí situaciones y acontecimientos, todos reales, sacados de los diarios y que en mucho tienen que ver con nuestras inquietudes políticas, culturales, que como cada obra, expresión o creación cultural las tiene. En ese sentido queremos aclarar que nuestros juegos buscan explorar las experiencias lúdicas y proponer diferentes miradas y maneras de ver la realidad para facilitar el debate, la crítica y el entendimiento de las diferentes visiones de una sociedad amplia y compleja.
Nuestros juegos tienen un contenido ideológico, como lo tiene cualquier otro juego ¿acaso una muñeca Barbie no tiene una ideología sobre la estética de la mujer? O acaso el popular juego argentino: El Estanciero, ¿no busca implantar como algo positivo el monopolio en la agricultura? Y así la lista de ejemplos puede ser interminable, para dar cuenta del carácter político-ideológico de cualquier actividad o práctica humana.
En muchos casos recibimos aportes sobre nuestros juegos, sobretodo elogios, pero también algunas críticas constructivas. En este caso vemos mala voluntad y que la publicación tiene otros intereses, es por esto que repudiamos enérgicamente esta agresión y exigimos se aclare esta situación. No queremos ser peldaño ni escarnio de las batallas de ante mano perdidas del señor Laje y sus seguidorxs.

El eSpEjO
Trabajo Colectivo sin Patrón