El Espacio Basta de Asesinatos Laborales convoca a la presentación del primer informe anual de asesinatos laborales. La actividad se realizará el próximo viernes 14 de diciembre a las 18 hs en la sede del sindicato Ademys, Solís 823, Capital Federal.

Los asesinatos laborales son muertes que se producen en el ámbito del trabajo, y que podrían ser totalmente evitables. Sus causas fundamentales se encuentran en el afán de las empresas por reducir costos y aumentar la productividad; En la falta de controles periódicos por parte del Estado para que las compañías cumplan con las normas de seguridad y los protocolos necesarios; y en la escaza inversión en nuevas herramientas y maquinaria.

“En Argentina se produce una muerte laboral cada 20 horas. Un promedio de 400 casos anuales. Esta cifra solo remite a los trabajadores en blanco, no contempla los casos en negro y excluye los casos in itinere” expusieron desde BAL en un comunicado. Los casos in itinere se refieren a aquellos que se producen cuando la persona se está trasladando desde su hogar al puesto de trabajo.

“Nos parece fundamental visibilizar las condiciones de trabajo en las que se desempeñan miles de trabajadores y trabajadoras a lo largo y ancho del país y a su vez solidarizarnos con los familiares de las victimas” dijo Alejandro Pérez integrante del Frente de Organizaciones en Lucha, y agregó que “nuestras compañeras cooperativistas son uno de los sectores más precarizados por el Estado, que no brinda las herramientas de trabajo adecuadas y necesarias. En algunos Municipios trabajan limpiando calles o recolectando basura sin la indumentaria adecuada, lo cual las expone a enfermedades o accidentes que se pueden evitar.”

Además remarcó que “el sistema capitalista es cada vez más voraz, y las empresas pretenden maximizar sus ganancias siempre a costa de la vida de las y los trabajadores. Por eso es importante la unidad de clase para denunciar estos asesinatos laborales y a su vez para ponerle un freno al ajuste que no hará otra cosa que aumentar estas muertes.”

El BAL está conformado por familiares de las víctimas, amigos/as, compañeros/as y activistas sindicales de distintos gremios tanto privados como públicos. Surgió hace dos años tras la muerte de David Ramallo, mecánico de la línea 60 que venía denunciando el mal funcionamiento de un elevador de colectivos; y de Diego Soraire trabajador del INTA que murió por la explosión de un biodigestor, sobre el cual también había denuncias de que no estaba en condiciones.