Desde Campo de Mayo (lugar que funcionó como centro clandestino durante la dictadura militar) Mauricio Macri dio a conocer hoy sus planes para reformar las funciones de las Fuerzas Armadas. Las mismas pasarían a tener mayor injerencia en la seguridad interna, en la custodia de las fronteras, y en lo que el Presidente denominó como “desafíos y amenazas del siglo XXI, tales como el narcotráfico y el terrorismo internacional”.

El anuncio despertó el inmediato rechazo y alarma por parte de amplios sectores de la sociedad, que denuncian que estos cambios apuntan a generar el marco necesario para reprimir el descontento y la protesta social que va en aumento tras el incremento de la desocupación, los tarifazos, la inflación, las paritarias a la baja y la pérdida de poder adquisitivo de gran parte de la sociedad; Todas estas problemáticas se verán acrecentadas además tras el acuerdo con el FMI.

Desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia que nuclea a diversas organizaciones políticas, sociales y organismos de Derechos Humanos, expresaron en un comunicado: “el gobierno que dijo que Santiago Maldonado estaba en Chile; el gobierno que respaldó a la Prefectura ante el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel; el gobierno que reprimió a trabajadores, legisladores y vecinos con cacerolas, que se oponían a la Reforma Previsional; el gobierno que reivindica la teoría Chocobar y el gatillo fácil; el gobierno que desde su asunción niega el genocidio, impulsa el 2x1 para crímenes de lesa humanidad y respalda la prisión domiciliaria de los genocidas; nos dice que su manera de "modernizarse" para los tiempos que vienen es volver a habilitar a las FFAA para la represión interna”.

A pocos días de cumplirse un año de la desaparición forzada y posterior asesinato de Santiago Maldonado, cabe recordar el fuerte despliegue represivo utilizado por el gobierno nacional contra el pueblo Mapuche, a quienes señalaron como “terroristas” para construir la imagen del enemigo interno. El avasallamiento a estas comunidades se ha vuelto moneda corriente en el sur del país, y desde diversos espacios denuncian una sistemática violación de los derechos humanos.

El avance de las fuerzas represivas también se observa en las ciudades. El Frente de Organizaciones en Lucha a dado a conocer en reiteradas oportunidades el aumento de la militarización en barrios pobres y villas, que trae como consecuencia un mayor número de casos de gatillo fácil, persecución y amedrentamiento de la juventud, detenciones arbitrarias y situaciones de abuso de poder contra las miles de familias que habitan allí.

A pesar del intento por parte del oficialismo de presentar a las actuales Fuerzas Armadas con una imagen renovada, como “hombres y mujeres de la democracia”, en la memoria colectiva sigue aún muy presente que nunca dieron a conocer donde estaban los desaparecidos ni los niños y niñas apropiados durante la dictadura, por lo que el reclamo por el desmantelamiento de las fuerzas represivas mantiene su vigencia.