Esta mañana, más de 3 mil personas de organizaciones sociales se manifestaron frente a las oficinas porteñas de la banca internacional JP Morgan Chase con ollas populares, en clara demostración de denuncia ante el crecimiento de la pobreza y la falta de políticas de empleo.

Entregaron un petitorio a las autoridades, a las cuales apuntaron como “uno de los principales grupos que gracias a la timba financiera ha recaudado millones de dólares” y que el gobierno beneficia junto a otros especuladores financieros.

En dicho documento solicitaban que JP Morgan brinde recursos económicos directos para atender la crisis de miles de trabajadores y trabajadoras pobres, poniendo a disposición puestos de trabajo para desocupados, fondos para infraestructura barrial y comunitaria, y aportes económicos para sostener los comedores a los cuales asisten cientos de niños y niñas.

Desde temprano las distintas organizaciones sociales se concentraron para llegar a la avenida Eduardo Madero al 900, en la ciudad de Buenos Aires, donde se mantuvieron firmes pese al frío de la jornada, hasta las 16hs, con ollas populares y a la espera de entregar una carta a las autoridades del JP Morgan.

En conversación con Marianela “Pini” Navarro, vocera del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), nos expresó que la actividad junto a varias organizaciones es una “manifestación en repudio a la política del macrismo que solo ha favorecido a los sectores financieros que ganaron extraordinarias ganancias sin haber hecho nada más que la bicicleta financiera”

“Denunciamos a la banca internacional al JP Morgan Chase que en particular es capital estadounidense y por otro lado el crecimiento de la pobreza que se extiende a lo largo y ancho del país, la desnutrición y la falta de trabajo”, continuó Pini.

La carta presentada describe la situación de público conocimiento, que durante los últimos meses esa entidad bancaria “se ha beneficiado económicamente en una magnitud tan descomunal, que hasta resulta difícil de comprender, y de mensurar, para personas sencillas y humildes del pueblo, como las representadas en nuestras organizaciones. No obstante ello, sí llegamos a darnos perfecta cuenta que semejantes ganancias son acumuladas en lapsos tan breves como apenas un par de meses, y que no se las realizan produciendo algo, ni invirtiendo con utilidad social alguna, sino apostando en el juego de las finanzas.”

“Queremos dejar en claro que no hay inversiones productivas, sino que están siendo suplantados por capitales especulativos”, prosiguió Pini, “principalmente denunciamos que estos fondos condicionan las políticas gubernamentales y están embargando el futuro de varias generaciones del país”.

“Por eso los movimientos sociales se ponen de pie en el marco de continuar la pelea contra el estado por verdaderas políticas  de empleo y aumento salarial acorde a la inflación”, concluyó