Cerca del mediodía los movimientos sociales instalaron ollas populares frente al Ministerio de Desarrollo Social y volvieron a exigir que los atienda la ministra Carolina Stanley; Luego confluyeron con la convocatoria de las dos CTA, Camioneros y otros sectores sindicales que se movilizaron a Plaza de Mayo contra el ajuste y el acuerdo con el FMI.

Entre los puntos que reclamaban las organizaciones sociales se encontraba el pedido inmediato de un aumento salarial del 30% que equipare al verdadero índice de inflación y por otro lado nuevos puestos de trabajo. Además hubo un profundo rechazo a las medidas económicas del gobierno de Cambiemos tales como los tarifazos, los despidos, la inflación y el ajuste, y a su vez se profundizo la exigencia para que la CGT convoque a un paro nacional de manera inmediata y con movilización.

La iniciativa se dio en el marco de un impresionante aumento del dólar, que llego al record de 28,43 tras lo cual el gobierno decidió correr al director del Banco Central, Federico Sturzenegger, y reemplazarlo por Luis Caputo, quien hasta entonces de desempeñaba en la cartera de Finanzas. Cabe recordar que este funcionario estuvo vinculado al escándalo de las cuentas Offshore y que tiene un pasado como operador de los mercados especulativos en Nueva York, lo que lo posiciona como alguien confiable para el FMI.

A su vez, también se dio a conocer la letra chica del acuerdo con el FMI, en el cual queda claro que para reducir el déficit fiscal realizaran un fuerte recorte de los subsidios en los servicios públicos, lo cual implicara más tarifazos; impulsarán nuevos despidos en el Estado y congelarán nuevas contrataciones; Achicarán el presupuesto para obra pública; y darán vía libre a la devaluación dejando que el mercado establezca el valor del dólar.

Esto modifica de manera considerable las metas de inflación, y Cambiemos tuvo que admitir que alcanzará hasta un 27%. Todas estas medidas impactarán de manera directa en los sectores populares, ya que el aumento del dólar impactará en el precio de productos básicos como alimentos, medicamentos, ropa y en los servicios como el transporte, el gas y la luz. La pérdida del valor real del salario y del poder adquisitivo de los trabajadores comienza a sentirse cada vez con más fuerza.

Por este motivo los movimientos sociales trabajan para planificar diversas medidas de lucha y para exigir que el paro convocado por la CGT sea con movilización y con la mayor amplitud y unidad posibles.

A todo esto, la medida de ayer quedó en un segundo plano por la contundente lucha de las mujeres que consiguieron la media sanción del proyecto de legalización del aborto. Así el movimiento de mujeres hizo una inmensa demostración de cuál es el camino a seguir en la lucha por la conquista de derechos, lo que marca una fuerte contraposición con la parálisis e incapacidad total de la CGT para estar a la altura de las circunstancias frente a la crisis que atraviesan miles de trabajadores y trabajadoras.