Un joven internado con una bala de plomo en el pecho, 7 detenidos de manera arbitraria y una nena de 6 años también hospitalizada como consecuencia de un policía que la arrolló con su cuatriciclo, son el saldo del accionar policial en los barrios. En la villa 31 viven miles de personas que a diario sufren el accionar represivo y abusivo por parte de la policía de la ciudad.

El conflicto comenzó el martes 22 por la noche, cuando la policía salió a toda velocidad del destacamento, y en el camino atropelló a una nena de 4 años que estaba jugando en la plaza, ocasionándole lesiones.

Esto produjo el repudio inmediato de vecinas y vecinos de la zona que salieron a manifestarse y fueron reprimidos con balas de plomo; una de ellas hirió en el pecho a Ramiro Ruiz que se encuentra en coma farmacológico. Además luego la policía inició una cacería llevándose detenidos de manera arbitraria a 7 jóvenes que aún se encuentran privados de su libertad.

“Esta policía no debería existir en la villa, porque hacen un abuso de autoridad tremenda, a ojos visibles de todas las mamás porque para ellos no somos seres humanos” dijo Irma, la madre del chico baleado que hoy pelea por su vida. Además contó que semana a semana mueren muchos chicos a causa del accionar de las fuerzas, y que a su hijo “lo llevaron desde donde sucedió el hecho hasta la comisaria arrastrándolo como un animal para que se desangre”.

Por otro lado Jesusa integrante del Frente de Organizaciones en Lucha y madre de Kevin Herrera, uno de los jóvenes detenidos, contó que su hijo no estuvo en el lugar de los hechos sino que en ese momento estaba volviendo de la escuela y que uno de los policías lo detuvo y lo golpeo fuertemente, a pesar de que el joven le dijo que estaba operado y que no había hecho nada.

Hoy trasladaron a los 7 detenidos al Juzgado Nacional N° 63 para citarlos a indagatoria, y 4 de ellos ya salieron el libertad. Pero familiares, organizaciones y vecinos de la villa 31 se trasladaron al lugar para reclamar por la inmediata liberación de los que quedan. Este accionar represivo es lo que se vive a diario en los barrios, donde la intervención del Estado no se da a través de políticas para mejorar la calidad de vida de miles de personas, sino que por el contrario su presencia es a través de la represión a quemarropa.