Nicolás Dujovne ministro de Hacienda, junto con Luis Caputo ministro de Finanzas, anunciaron hoy en una conferencia de prensa que su respuesta frente al alza del dólar será profundizar el ajuste mediante la reducción del déficit fiscal. De este modo, la meta del 3,2 que se estipulaba para este año pasará a 2,7.

Para garantizar ese objetivo ya anunciaron que el principal recorte se hará en el presupuesto dirigido a obra pública, reduciéndole 30 mil millones de pesos. Esto se traduce de manera directa en peores condiciones de vida para los sectores más postergados de la sociedad donde las obras se reclaman hace tiempo y son fundamentales.

El discurso oficial plantea que la devaluación, como consecuencia de la suba del dólar, no se verá reflejada en el aumento de precios. Pero la realidad da cuenta de lo contrario, al aumentar la divisa extranjera sube el costo de los combustibles, y de todos los insumos de las cadenas productivas lo cual se termina reflejando en los precios al consumidor.

 A su vez, el descomunal aumento de tarifas que pretende implementar Cambiemos también tendrá su impacto en los bienes de consumo cotidianos en los próximos meses, sumado a que ese incremento en las boletas no implica una mejora en el servicio.

Lo que se mantiene estable es el 15% de aumento en las paritarias, lo cual las ubica por debajo del nivel de inflación que según consultoras privadas se estipula en un 22 o 23,50% frente a la difícil meta que se planteo el gobierno de mantenerla en un 15%. Por lo cual el salario real de miles de trabajadores y trabajadoras se verá significativamente disminuido.

La contracara de este perjuicio a los trabajadores es el beneficio directo a grupos exportadores como los sectores mineros, agrícolas, petroleros, gasíferos, ganaderos e industriales que al vender sus productos en dólares reciben una mayor ganancia, por lo cual venían presionando hace tiempo para que subiera el precio de la moneda estadounidense. Además quienes aprovechan la volteada son los capitales financieros que especulan con el valor de la divisa.

Por otro lado, a mediados del 2017 el BCRA publicó un informe en el cual develaba que el 86% de las “inversiones” que llegan son de tipo especulativo y no productivo. Estas últimas serían las que podrían llegar a generar más puestos de trabajo, mejoramiento de servicios u obras, pero hoy en día son muy escasas. Por lo cual la economía local se vuelve muy volátil y cambiante, sumado a que el gobierno tiene la política de que el Estado no debe intervenir en ella, aunque en el día de ayer no tuvieron otra opción que vender millones de reservas del BCRA para frenar una corrida bancaria.

Todas estas medidas hacen que aumente el descontento social y la incertidumbre, cuestión que se vio reflejada también los distintos actos por el 1 de mayo.  Marianela Navarro, vocera del Frente de Organizaciones en Lucha expresó que ante esta situación sienten indignación ya que “nos hablan de austeridad, mientras la riqueza social producida solo por la clase trabajadora va a parar  a los paraísos fiscales (…) nos hablan de pobreza cero, mientras  lo único que crece es el despojo y como contracara la opulencia de los ricos”.

Frente a esta realidad, exigió un paro nacional activo y planes de lucha sostenidos a lo largo del tiempo en todo el país. Mientras que sobre el final de su discurso declaró “no es solo el problema Macri, no es solo el problema el modelo, este es el verdadero rostro del capitalismo.  Y es por eso que mientras luchamos decididamente por nuestros derechos más elementales, tenemos que tener claro, que solo la clase trabajadora, puede sacarnos de la pobreza, que solo la clase trabajadora puede construir un proyecto igualitario, que solo la clase trabajadora es dueña de la riqueza social y que solo la clase trabajadora, con un programa propio podrá algún día hacer realidad nuestros sueños de justicia”.