“En la provincia de Entre Ríos, rica en todo sentido, nos encontramos con una mala distribución de esa riqueza, debido a la falta de políticas sociales.”  El comunicado de las organizaciones FOL, Movimiento 8 de abril, Igualdad Social y OLP Resistir y Luchar en la Coordinadora Por El Cambio Social, junto con el Polo Obrero Tendencia marcó las carencias que sufren las barriadas de Paraná. Una ciudad que desde el comienzo de la pandemia tuvo un crecimiento de la pobreza en el Gran Paraná del 30% al 36,3%, según datos del Indec sobre pobreza. Cuatro de cada 10 personas son pobres.

El comunicado anunciaba una movilización a Desarrollo Social de la Municipalidad y Casa de Gobierno, con concentración en el playón de un conocido supermercado, para exigir que las autoridades gubernamentales respondan cuanto antes el pedido de alimentos para que las familias puedan tener unas fiestas de fin de año dignas.  

Centenares de personas marcharon el miércoles 15 de diciembre, entre ellas Isaías, vocero del FOL que relata los resultados de la movilización. “Se fue a Desarrollo de la municipalidad de Paraná y se logró 40 módulos para cada organización para diciembre y enero y un aumento en alimentos secos. Fuimos a reclamar porque el acuerdo no se estaba cumpliendo y ya estamos a mitad de diciembre. En dos años cambió el subsecretario de Desarrollo, entonces entra gente nueva a esa área y quedan en la nada, no saben nada de la cantidad y que cosas recibíamos”.

El derrotero de ese día marcó otro logro de la lucha, según explica Isaías, “en provincia tuvimos una gran conquista, porque fueron 50 módulos para cada movimiento entonces entre los dos son 90 módulos, pero si hubiera sido por porcentaje nos correspondía muchísimo más y hasta podíamos abarcar a más compas. Conseguimos también productos de higiene como lavandina, alcohol en gel y hasta zapatillas. En cuanto a las tarjetas recién se activan en enero para comprar pollos y frescos, una miseria de 12 mil pesos, pero es lo que deben darnos.”

Las actividades económicas predominantes en la  provincia son la agricultura, la pesca y la ganadería para la exportación. A pesar de eso, las y los trabajadores ven perder su poder adquisitivo de manera abrupta y rápida de modo que las políticas sociales de la implementación de programas, como la tarjeta Alimentar o el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) no pudieron combatir la indigencia creciente.

El FOL fue creciendo en siete barrios de Paraná, a saber Barrio Santa Rita, Bajada Grande, Barrio Giachino, Barrio Humito, Barrio Mosconi, Barrio Balby y Capiba y pasaron la barrera de 200 personas organizadas.

“Tenemos merendero y comedor, cuadrillas de huerta y barrido y fabricación de bloques de cemento con bloqueras manuales. Esos son los trabajos que realizamos con los compañerxs, la bloquera manual conquistamos la marcha pasada la ayuda del municipio con los materiales de arena y cemento para la fabricación”, comenta Isaías con entusiasmo sobre las actividades que realiza la organización. Así como fomentan el trabajo, también realizan apoyo escolar en sus centros comunitarios, y cuentan con comisiones de salud y géneros.

Una lucha diaria que va tomando cuerpo, gracias a la coordinación conjunta con otras organizaciones y movimientos sociales, para seguir saliendo a las calles a reclamar lo que corresponde. Una apuesta por la unidad, por la solidaridad de clase, hasta obtener todos los derechos.