Hoy la Coordinadora por el Cambio Social junto a la Asamblea por Tierra y Vivienda de Zona Sur, realizaremos una jornada de lucha por tierra para vivir y producir, y por la autogestión de la vivienda. La misma se realizara a partir de las 11 hs en el obelisco y contará con diversas actividades y paneles de debate.

Los últimos cálculos estiman que en el país hay 4 millones de personas que tienen dificultades para acceder a la vivienda, pero las cifras se han agravado desde la profundización de la crisis económica y la caída estrepitosa del trabajo y del salario de los últimos años. A su vez, los problemas habitacionales son muchos y estructurales: la falta de acceso a servicios básicos como el agua potable, las cloacas, el gas y la luz es moneda corriente y el hacinamiento en casas de familiares o alquileres precarios una realidad insoslayable.

Esta realidad es el resultado de la especulación inmobiliaria, del acaparamiento de tierras por parte de empresarios y sectores adinerados, de la contaminación, de los desplazamientos forzosos para negocios privados y de las escasísimas políticas habitacionales de los sucesivos gobiernos. La evidencia está en que ante la necesidad urgente de millones de familias, la respuesta del Estado es la represión, el desalojo y la destrucción de las pocas pertenencias que con tanto esfuerzo logramos conseguir.

Las mujeres y las personas LGBTTI somos uno de los sectores más golpeados por esta problemática, más aún si somos jóvenes. Los trabajos precarios a los cuales accedemos están muy lejos de darnos la posibilidad de tener una vivienda digna o de satisfacer nuestras necesidades básicas; Como consecuencia, la imposibilidad de tener independencia económica nos somete a la vulnerabilidad, a depender de otres o a quedar atades a vínculos con parejas violentas.

Frente a la desidia del Estado, la autoorganización, la lucha desde abajo y la autogestión son herramientas fundamentales de nuestra clase que permiten enfrentar colectivamente las crisis y la precarización. Mientras tanto, seguimos reclamando al Estado que implemente ya un presupuesto real y políticas públicas efectivas para que cada familia tenga su vivienda digna como le corresponde por derecho.