Jorge Julio López salió caminando de su casa con destino a la sede municipal de La Plata, para asistir al juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos por la policía de la provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico militar. No se imaginaría que esa mañana sería secuestrado por segunda vez.

López nació en la ciudad de General Villegas y años más tarde se mudó a La Plata donde se instaló en la zona de Los Hornos. Albañil de oficio e inquieto ante la realidad social se acercó a las actividades de la unidad básica de su barrio “Juan Pablo Maestre”.

El 27 de octubre de 1976 junto a otres militantes y activistas de Los Hornos fue secuestrado por las fuerzas represivas. Lo llevaron por varios Centros Clandestinos de Detención en donde lo amenazaron y torturaron: Cuatrerismo, Pozo de Arana, Comisaría Quinta y Octava; todos ellos bajo la órbita del director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, el represor Miguel Etchecolazt.

En octubre de 1979 recupera la libertad y casi 30 años más tarde se convierte en un testigo clave para la recuperación de la memoria, la verdad y la justicia.

“Durante años hizo un meticuloso ejercicio de memoria, registrando y haciendo dibujos en papelitos, sobre lo que él y otres compañeres habían padecido. Consciente de su responsabilidad y del cuidado de la información para evidenciar las crueldades del plan genocida cuando llegase el momento de declarar en los juicios”, dijo Sofia, integrante del Colectivo de Abogades populares La Ciega.

Finalmente, el 28 de junio de 2006, Jorge Julio López declara frente al Tribunal Oral Federal de La Plata, y en su testimonio da detalles precisos de los crímenes, tormentos y violaciones a los derechos humanos cometidos por las fuerzas policiales, al mando de Etchecolazt, mano derecha del jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Ramón Camps.

La impunidad de la dictadura no se detuvo y siguió vigente en el regreso de la democracia. El 18 de septiembre de 2006 cuando “el viejo” cómo también se lo conocía a López, se dirigía a los tribunales de La Plata para la audiencia de alegatos de la causa contra el genocida Etchecolazt, fue nuevamente secuestrado, permanece aún desaparecido.

“Lo que realmente se evidenciaba en ese momento es que las redes de lo más oscuro del aparato represivo genocida estaban absolutamente vigentes. A tal punto, tan vigentes, que la reina total de la escena es la impunidad”, sostuvo Sofia.

 “15 años después de la segunda desaparición de López, no hay ninguna persona responsabilizada por haberlo desaparecido. 15 años después nos encontramos con un escenario de total impunidad. Es por eso fundamental, que el sábado 18 marchemos cómo lo venimos haciendo todos los septiembres. Manteniendo viva la memoria de Jorge Julio López, ese valiente compañero. Para mantener viva la exigencia de su aparición con vida y para seguir exigiendo memoria, verdad y justicia”, afirmo la abogada y militante por los derechos humanos.