En la localidad formoseña de Ibarreta se conformó una nueva cuadrilla, entre debates y organización de les compañeres que integran el Frente de Organizaciones en Lucha Regional Formosa. El objetivo principal: autoabastecerse, mediante la fabricación de ladrillos.

Actualmente, y al ser un nuevo emprendimiento, la conforman entre doce y quince compañeres, entre hombres y mujeres, que se dedican a diario a producir este material de construcción tan necesario.

Les integrantes de la ladrillera dejan la mitad de los ladrillos para la construcción del local propio -un sueño en común que tienen todas las cuadrillas, de todo el territorio formoseño- y, la otra parte, destinada a la venta, para comprar herramientas para realizar otro pisadero.

La materia prima que utilizan les trabajadores son tierra, aserrín, los moldes y las carretillas. Entre elles se organizan para el trabajo diario: por un lado, están les que cortan, y les que pasan el barro, turnándose para abarcar -y seguir aprendiendo- todes el mismo rol.

La pandemia y el contexto epidemiológico ocasionado por el Covid 19 impidió que muches trabajadores, en especial de la economía popular, los que se ganan el día a día movilizándose desde la madrugada, como es el caso de les compañeres del FOL en Formosa.

Las medidas que aplicó el gobierno provincial, a cargo de Gildo Insfrán, golpeó a les ladrilleros en particular, a todes en general, debiendo realizar cuarentenas estrictas, muchas veces en centros de aislamiento. Hace poco más de un mes, los índices de positividad del virus fueron disminuyendo. Sin embargo, les compañeres de la ladrillera afirman que aún tienen restricciones, como el horario de circulación -que se mantiene de 6 a 19 -  y debiendo tener a mano siempre un permiso de circulación. A su vez, no pueden hacer reuniones sociales, debiendo frenar la producción y la organización.