viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº2269
Frente de Organizaciones en Lucha » Regionales » 12 jul 2021

Florencio Varela

Taller de folclore: una propuesta para reconectar con las raíces y la cultura

Jóvenes de distintas edades realizaron un video de distintas danzas típicas en Parque Pereyra.


El taller de danzas folklóricas impulsado desde el equipo de talleristas del fol, desarrollado en el centro cultural “El Escaramujo” es libre y gratuito y continúa a pesar de las dificultades presentadas por la virtualidad a causa de la pandemia. El sábado 19 de junio se realizó una grabación y presentación en el Parque Pereyra de un cuadro colonial a través de la organización y el impulso del equipo conformado por estudiantes, sus familias y el equipo del FOL. 

El taller nació hace 8 años en el barrio Santa Rosa. Les estudiantes niñez y jóvenes de 4 a 18 años aprenden distintas disciplinas como danzas tradicionales y de proyección, bombo leguero, malambo norteño y sureño. Participan entre 10 y 15 jóvenes que activamente continúan a pesar de la virtualidad.

El grupo de danzas que sale de la conformación del taller prepara y presenta cuadros de danzas de diferentes regiones del país. A lo largo de estos 8 años presentaron cuadros Norteños Coya, Santiagueño, Cuyano, litoral. “El principal objetivo es viajar por nuestro país a través de la música, el baile, las costumbres y tradiciones.” Cuenta Lucía Oses, la docente a cargo. “Me gusta mucho recordar una frase que dice “no me olvido de mis raíces”. Nosotros somos música,  somos un bombo leguero, somos baile, somos hijos de la pacha mama, la madre tierra, y me gusta volver ahí (...) creo que a veces para construir el mañana hay que recordar las raíces. Hay que saber de dónde uno salió: de nuestros pueblos originarios, con Aime Paine que luchó mucho por la cultura y el lenguaje, de quienes lucharon contra los dictadores como Victor Heredia, Leon Gieco, Mercedes Sosa. Hay mucho acá para recorrer, hay mucha cultura; cada región desde el litoral hasta la patagonia tiene algo para expresar, tienen historia, mucho para contar y debemos volver a esos relatos.”

Los talleres para jóvenes de la regional Varela-Quilmes actualmente son 15 y sus diversas actividades van desde deporte y actividad física, hasta expresión artística, cómo también el cuidado de huerta. Estos para Lucía son un refugio: “Le aportan a las juventudes un refugio donde son bienvenidos y se trata de contener, de escuchar y brindar cariño sin pedir nada a cambio. Se trata de dejar los tabúes en la puerta y entrar en un espacio donde uno puede ser libre de expresarse o de hablar, comentar cosas que en otros ámbitos uno no tiene esa comodidad o libertad. Te ayudan también a organizarte y a creer que es posible eso que imaginas.” 

Remarca también la importancia de la conformación de comunidad y apoyo para la juventud frente al aislamiento, acompañamiento a pesar del distanciamiento físico. La docente cuenta que tuvieron que parar el taller y repensar cómo continuaría el vínculo. “Como tallerista una trata de estar ahí, contener, conversar y resolver con las herramientas que uno tiene cómo persona: el cariño, el diálogo, de acercarle algún tipo de ayuda. Nos hizo ver mas humanos me parece, nos unió cómo grupo todavía más”.

Para los talleres, se creó la beca conectividad sostenido desde el fol, que consiste en brindar una recarga de datos móviles en el día del taller para que lxs jóvenes puedan participar del encuentro. En este contexto, se pensó un proyecto para grabar un cuadro colonial en el Casco Santa Rosa, La Casona del Parque Pereyra Iraola, construcción del año 1800.

“El cuadro colonial se remonta a la época en la que la República Argentina estaba bajo control de la corona española, del 1800 hasta la independencia. La idea era viajar en el tiempo a esta época y con la vestimenta, porque el taller está en Varela pero recorremos el país con la música y ahora nos dimos el lujo de volver a la época y escuchar y bailar lo que era común en ese tiempo,(...)  la condición, el minué o el cuando que empieza a bailarse en el siglo XIX, en los salones de las zonas rurales y campesinas como también se bailaba en la alta sociedad y cada uno le da su impronta: los saludos y la vestimenta cambian pero no la música ni la danza. El cuadro colonial nos permite descubrir cómo también Argentina empieza a nutrirse de otros condimentos y fusiones de otros países y regiones. Esa época nos lleva a hablar de la independencia, y de estudiar un poco la historia, que pasó antes, que se sigue repitiendo, y cómo la música y la danza no tiene fronteras”.

La grabación fue organizada en conjunto con las familias, equipo de talleristas del FOL y les jóvenes. Esta, se realizó con todas las medidas de cuidado necesarias para aprovecharla además cómo una salida recreativa segura para sus participantes con sistema de burbujas y utilización de barbijos durante toda la filmación

“Con los chicos estuvimos ensayando virtualmente 2 meses. Tuvimos 3 encuentros al aire libre en la plaza del barrio, en las viviendas de La Fiat. Cada quien preparó, decoró y arregló su vestuario, no tuvo ayuda de ninguna modista.”

La importancia de la conformación de espacios para la juventud que motoricen actividades, lugares seguros de expresión y aprendizaje para acompañar el crecimiento y la proyección de vida se demuestra día a día en los talleres como este. 

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